Buenos Aires, 15 Dic (Notimex).- El acoso sexual callejero será penado a partir de ahora en Buenos Aires con multas de unos 60 dólares e incluso trabajos comunitarios gracias a una ley que coloca a esta capital en la vanguardia en América Latina.
Previa denuncia, serán multados quienes les hagan comentarios sexuales o se refieran de manera directa o indirecta al cuerpo de otras personas,
También se considerará acoso la difusión de fotografías y grabaciones no consentidas a partes íntimas, contacto físico indebido o no consentido, persecución, arrinconamiento, masturbación y exhibicionismo.
La iniciativa, que ya fue aprobada por la Legislatura, explica que el acoso sexual callejero es aquella conducta física o verbal “de naturaleza o connotación sexual, basadas en el género, identidad y orientación sexual”.
Además precisa que esta práctica es realizada “por una o más personas en contra de otra u otras, quienes no desean o rechazan estas conductas en tanto afectan su dignidad y sus derechos fundamentales”.
Entre esos derechos enumera “la libertad, integridad y libre tránsito”, ya que las personas acosadas padecen “intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo en los espacios públicos y en los espacios privados de acceso público”.
La ley fue impulsada por el legislador Pablo Ferreyra, quien es conocido por su militancia feminista ya que suele sumarse a todo tipo de campaña contra la violencia machista.
Aunque las mujeres son las principales víctimas del acoso callejero, también abundan los casos en contra de la comunidad lésbico, gay, bisexual y transexual.
Con esta Ley, la capital argentina consolidó una lucha que comenzó con la declaración del Día de Lucha contra el Acoso Sexual Callejero que se conmemora el 2 de octubre.
Una encuesta del gobierno de Buenos Aires ya había revelado que el 90.3 por ciento de las mujeres empezó a sufrir acoso callejero antes de los 18 años y el 76.4 por ciento, antes de los 16 años.
Un dato alarmante es que el 38.2 por ciento de las mujeres comenzó a ser acosada en la calle antes de los 13 años, es decir, cuando todavía son niñas.
El estudio explicó que el 58.4 por ciento de las mujeres siente enojo e impotencia ante los agravios que escucha en las calles referidos a su cuerpo, mientras que otras reacciones son incomodidad, vergüenza, miedo, angustia, indiferencia y, en un mínimo porcentaje, satisfacción.