diciembre 13, 2024
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diciembre 15, 2016 | 129 vistas

En las zonas costeras de Tamaulipas se han identificado cuatro especies de mangle que funcionan como captadores del carbono y, por lo tanto, como aliados en la lucha contra el calentamiento global.

Así lo describe el doctor Leonardo Uriel Arellano Méndez, investigador del Instituto de Ecología Aplicada (IEA) de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (IEA-UAT), al explicar una serie de proyectos que se están desarrollando para reducir la erosión costera y preservar las zonas cubiertas con mangle en sitios como la Laguna Madre en la costa del Golfo de México.

“Las plantas se alimentan de carbono vía la fotosíntesis y lo almacenan en sus tallos, hojas, raíces, troncos. Hablamos aquí de la captura de carbono como servicio ambiental para reducir la cantidad de CO2 en la atmósfera y por lo tanto, como medida de lucha contra el calentamiento global por reducción de la deforestación”, indicó.

Comentó que en la margen costera de Tamaulipas se han identificado cuatro especies que son muy importantes para la captación de carbono.

Señaló también que uno de los objetivos en estos estudios, es preservar los manglares y los pastos marinos, pues de su conservación depende en mucho evitar que las playas sigan perdiendo terreno y que las aguas del Golfo se sigan calentando.

“Estamos estudiando el cambio climático en lo general, y en particular el impacto en los ecosistemas costeros, estamos trabajando con manglares y pastos marinos”, dijo, tras explicar que el uso de manglares como técnica para evitar la erosión de las playas, permite también combatir el calentamiento global, ya que funcionan en la llamada captura de carbono.

“Por ello apuntamos a que la vegetación costera, como los manglares y los pastos marinos, ayudan precisamente a minimizar ese efecto, ya que de por sí se está notando que han estado cambiando los ecosistemas”.

Agregó que un equipo de investigación del IEA-UAT está trabajando con las poblaciones pesqueras de la Laguna Madre, en labores de forestación y conservación de mangle, ya que ellos mismos están conscientes del beneficio que hay para la fauna acuática, sobre todo de incrementar especies comerciales.

Puntualizó en la atención que se requiere de estos sitios para su conservación, ya que los pastos marinos ayudan mucho a las poblaciones en el aspecto económico, porque son guarida de especies de potencial pesquero, y en ese sentido, se hace cada vez más esencial cuidar esos ambientes, y si la gente, la población lo va conociendo, pues eso ayuda más a cuidar estos ecosistemas.

“En Tamaulipas tenemos muchos manglares y tenemos que cuidarlos también para poder ayudar a que se esté preservando la biodiversidad en esos sitios y cuidar a nivel global lo que está sucediendo con los cambios climatológicos”, concluyó.

Cabe destacar que el Doctor Arellano Méndez, está especializado en Ecología Costera, y ha participado en otros proyectos con la Universidad Autónoma de Yucatán y el Cinvestav-Mérida. Actualmente forma parte del grupo de investigadores del IEA-UAT, que desarrollan diversos proyectos y estudios de los ecosistemas costeros de Tamaulipas.

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