México, 15 Dic (Notimex).- El Internet de las Cosas (IoT) fomentó el avance en la relación que guarda el hombre con la tecnología, ya que las tareas realizadas en la vida diaria, se ven simplificadas gracias a la conectividad de los objetos y a la movilidad de varios dispositivos que se convierten en controles para el resto.
Los ecosistemas conformados por IoT pueden abarcar desde un edificio o ciudades inteligentes, en donde el factor humano sea importante, pero al mismo tiempo, haga cada vez menos tareas como ocuparse del clima artificial o dirigir los medios de trasporte de los individuos que habitan en ellos.
Estos ecosistemas dependen de la conectividad, pero no son inmunes a los ataques de personas malintencionadas como los hackers, quienes tras arduo trabajo podrán tomar el control de un vehículo, de una casa o de una ciudad entera, por lo que hay que atender a las futuras demandas de seguridad para evitar daños irreversibles tras un ciberataque, advierte la empresa Fortinet.
Al emitir sus predicciones en cuanto a ciberseguridad, la firma indicó que los ciberataques se harán más nocivos ya que la tecnología que usan los hackers para realizarlos está aprendiendo de las máquinas que infectan, y los datos que obtienen se relacionan con los hábitos de navegación de la víctima.
El estratega de Seguridad de Global Fortinet, Derek Manky, señaló que la tendencia para 2017 será que las empresas que desarrollan dispositivos con IoT verán cada vez más exigencias de los consumidores en cuestión de seguridad, ya que la tendencia hasta ahora ha sido dar prioridad a la conectividad por encima de la seguridad.
Además, prevé un aumento de shadownets masivos, es decir botnets de IoT que no pueden verse o medirse con las herramientas convencionales, y considera que al mismo tiempo se dará el desarrollo de un deepweb que permita administrar de forma clandestina información sobre los usuarios sin que ellos se den cuenta.
El cambio hacia sistemas basados en la nube, implica almacenamiento e infraestructura, y se verá acelerado ya que 3.2 mil millones de dispositivos para IoT y endpoint expandirán la superficie de un ciberataque potencial, ya que este tipo de tecnologías conforman el eslabón más débil en la cadena de seguridad.
Ante el panorama que se vislumbra, Fortinet considera que la tecnología es la que ayudará a cerrar la brecha generada por la especialización de los ciberdelincuentes y la escasez de personas con conocimientos de ciberseguridad.