Una especialista de la UNAM asegura que es un mecanismo de adaptación que nos motiva a movernos; aunque si no puedes manejarlo, te recomienda meditar
Aunque el estrés suele relacionarse con pensamientos negativos y reacciones adversas, se trata de un mecanismo de adaptación de nuestro cuerpo que nos motiva a movernos todo el tiempo y a cumplir nuestros proyectos, enfatizó Alicia Ortiz Rivera, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y sicoterapeuta.
Cuando perdemos la dimensión de lo que es este mecanismo adaptativo y lo convertimos en una reacción cotidiana, desencadenamos toda una serie de reacciones fisiológicas que dañan la salud.
Por ejemplo, agregó, pone los niveles de cortisol (la hormona del estrés) al máximo, y esto desencadena una serie de efectos adversos en nuestra salud, como son:
-Hipertensión
-Problemas gastrointestinales
-Dolores de cabeza
-Ansiedad
-Depresión
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha considerado este padecimiento como una de las principales causas de discapacidad laboral, y también una de las enfermedades que llevan a la muerte a nivel mundial.
Se pronostica que para el 2030 la situación será alarmante.
Para contrarrestar este padecimiento, Ortiz Rivera recomendó practicar la meditación de tipo mindfulness, se trata de un ejercicio de origen budista, donde se observan los estados de la mente, los pensamientos, las emociones, y las sensaciones percibidas, para así tomar una mejor decisión cuando uno está estresado.