Adela Hernández.-
TAMPICO, Tamps.- “Que pasen una feliz Navidad y que este Año Nuevo sea un año lleno de realizaciones, un año en el que vayamos buscando el bien de nuestra patria, de nuestro estado que todos juntos colaboremos para que haya paz y justicia social para que haya estabilidad en nuestra patria pero sobre todo que todos sean felices” dijo el obispo de la Diócesis de Tampico, José Luis Divildox Martínez, quien se encuentra en tratamiento médico y pese a ello continúa realizando sus actividades eclesiásticas.
Durante su mensaje navideño agregó que la navidad es un canto a la fraternidad humana, a la familia humana, que es la familia de Dios. Nadie queda excluido de ella: “ha aparecido la bondad de Dios… según su propia misericordia nos ha salvado”. Dios no vino sólo a nosotros en aquel entonces, Dios viene ahora a nosotros. A cada uno de nosotros.
Habiendo hasta el momento resistido a 19 quimioterapias y aún no tiene fecha para terminar su tratamiento, dijo tener fe en que habrá de vencer a la enfermedad, pues le ha pedido un milagro al papa Juan Pablo Segundo, por lo que indicó que ninguno se sienta excluido de esta venida de Dios”.
Indicó además que el amor de Dios – plenamente manifestado en Jesucristo- Es un amor personal.
“Contemplar a Dios hecho niño, quizá nos pueda ayudar acoger esta venida tan personal, tan propia, tan amorosa, y entrañable, de Dios a cada uno de nosotros”.
El obispo de la Diócesis de Tampico pidió que en esta Navidad todos nos sintamos y seamos realmente más hermanos, sin exclusiones, de modo que crezca la calidad de nuestro amor pero que sea durante todo el año que está por iniciar.