BANGKOK, Tailandia (AP) — La policía tailandesa acrecentó el martes la presión sobre un templo budista rico y políticamente influyente cuyo líder es buscado por presunto lavado de dinero y otros delitos relacionados con la malversación de millones de dólares.
Unos 400 policías se dispusieron para rodear el templo de Dhammakaya, al norte de Bangkok, al amanecer del martes para retirar una valla que dicen está bloqueando propiedad pública.
En junio, la policía intentó registrar el inmueble y detener al monje a cargo y director de la secta Dhammakaya, Phra Dhammachayo, pero se retiró luego de que fieles le impidieron el acceso. Las autoridades todavía intentan arrestar al monje y allanar el templo.
Según el gobierno, el templo está implicado en chanchullos financieros, pero los fieles creen que es víctima de una persecución porque se considera cercano al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado por un golpe de Estado militar en 2006. El país se encuentra bajo un régimen militar desde 2014, cuando el ejército derrocó a un gobierno electo liderado por la hermana de Thaksin, Yingluck Shinawatra.
La secta ha rechazado los intentos reiterados de citar a Dhammachayo con el argumento de que está enfermo. Si bien sigue siendo el líder de la secta, recientemente fue reemplazado como abad del templo por el monje Phra Withespawanajarn, sobre el cual también pesan cargos, entre otros, el de erigir estructuras que obstruyen las vías públicas, el motivo de la acción policial del martes.
El gobierno defiende su táctica de avance cauteloso.
«En este caso, los funcionarios hacen todo de acuerdo con la ley», dijo el viceprimer ministro Prawit Wongsuwan. «Harán lo que puedan. Si pueden hablar, hablarán. No se debe hacer daño a nadie ni existen plazos. Si hay conflicto, será dañino para la imagen del país».
El cargo penal principal que pesa sobre Dhammachayo tiene que ver con la malversación de 1.400 millones de baht (40 millones de dólares) donados al templo. El expresidente del difunto banco cooperativo Klongchan está purgando 16 años de cárcel por malversación.