diciembre 11, 2024
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enero 6, 2017 | 323 vistas

Shalma Castillo.-

La religión, la competencia de tiendas comerciales, entre otros factores, han influido con el tiempo que sean menos las personas que tengan la creencia del Día de Reyes Magos y celebren en convivencias con la tradicional rosca.

Sin embargo, las panaderías antiguas de la Ciudad continúan horneando las roscas de reyes, siguiendo la receta familiar que por décadas heredaron de sus antecesores.

Tal es el caso de la Panadería Fuentes, que año con año se preparan para consentir a su clientela con la deliciosa rosca tradicional y de pastel, que desde una semana antes del Día de Reyes comienzan con las ventas.

El día seis de enero la iglesia católica celebra La Epifanía, cuyo significado es «aparición» ante los Reyes Magos o Santos Reyes.

Según la tradición en México, son los Reyes Magos quienes traen los regalos a los niños, así como alguna vez lo hicieron con el Niño Jesús al llevarle tres dones: oro, incienso y mirra.

Por lo que desde hace 68 años, que se fundó la Panadería Fuentes, han ofrecido deleitar el paladar con la rosca tradicional a los victorenses.

“En 1945 mi padre creó el negocio, empezó a trabajarla sin él saber acerca de panadería, por lo que contrató a un panadero para que le enseñara y después él se hizo experto en ello”, platica José Jaime Fuentes Hernández.

Además de ganas y amor, la rosca de reyes se prepara con los ingredientes típicos; harina, azúcar, sal, levadura, huevo y la tradicional decoración con frutos secos, citrón, higos y cerezas rojas, sin faltar la figura que representa al Niño Dios.

“Las roscas, así como todo el pan se prepara en un horno eléctrico que trajo mi papá hace 50 años, antes era de diesel, ahora lo convertimos en gas porque es más higiénico y menos contaminante, pero hace mucho se hacía en horno de ladrillo”, menciona.

La forma circular de la rosca  de Reyes para los católicos representa el infinito del amor a Dios, ya que no tiene ni principio ni fin.

Las frutas secas y cristalizadas que adornan el delicioso pan, simbolizan las coronas de los Reyes, que representan la paz, amor y felicidad, mientras en la figura de plástico de un niño escondido en la rosca, refleja los tiempos en los que la Sagrada Familia tuvo que huir y ocultar al Mesías para protegerlo del cruel Herodes.

Anteriormente lo que se escondía en la rosca era un haba, misma que ha sido sustituida por una figurilla de pasta, de porcelana y más recientemente de plástico con forma de un niño.

Los panaderos que hornean en este negocio familiar, hacen roscas de tres tamaños, la grande que normalmente lleva cinco figuras del Niño Dios, la mediana cuatro y la chica tres, sin embargo pueden colocarle los que el cliente le pida.

También desde no hace mucho tiempo, comenzaron con la creación del pastel de rosca, es más moderno, de tamaño más pequeño y se hornea con ingredientes de un pastel normal, sin embargo, la tradicional sigue siendo la favorita de la gente.

La Panadería Fuentes es una industria familiar en donde todos cooperan, y más en esta época, “la necesidad me hizo continuar con este negocio, aunque mi padre a todos nos dio estudios y somos profesionistas, yo desde muy chico le ayudaba y fue como aprendí y me nació el gusto por este oficio”, menciona José Jaime.

Días antes del seis de enero comienzan con la preparación de las roscas, y la cantidad que preparan depende mucho del clima o si es período vacacional, porque es cuando se vende menos.

Aunque otro de los factores que ha influido en que las panaderías locales disminuyan sus ventas de roscas de Reyes Magos, es la competencia de tiendas comerciales y la cuestión de la religión, donde cada vez son menos los creyentes en esta tradición, comenta.

“Antes hacíamos hasta más de 600 roscas, ahora en día son alrededor de 400”, menciona.

Pero aún así, la familia Fuentes no dejan de hornear las deliciosas roscas, donde la ciudadanía en general, escuelas, y de oficinas, acuden a comprar.

Otro de los casos victorenses, es el de la panadería Villegas, que hace más de 30 años iniciaron el negocio familiar por herencia de los abuelos.

“Mis dos abuelos, el padre y madre de mi papá y el padre de mi mamá eran panaderos y de ahí viene la tradición que al paso de los años ha crecido”, menciona Noé Villegas.

Entre 200 y 300 roscas tradicionales hornean para los días previos de Reyes Magos, cuya forma de prepararlas, es a la antigua; “se pone levadura, se hace una masa y dejar que se fermente, después se le incluyen los ingredientes de la receta de mi abuelo José Villegas”.

Sin embargo, la demanda de las roscas también ha bajado en los últimos años, así como en el resto de los negocios locales.

“Las tiendas grandes también venden roscas, las rematan o ponen en oferta, antes aquí la gente hacía filas para comprar las roscas, ahora ya no”, dijo.

Que no se pierda la bonita costumbre mexicana de celebrar el día seis de enero con una rosca y chocolate caliente, pero que sean adquiridas del mercado local, de las manos victorenses que las preparan de una forma especial.

“Uno prepara todos los ingredientes y se hace en horno al leño con la misma receta de hace tres generaciones, es lo que le da sabor casero como hace más de 30 años, sin romper tradición ni esquemas”, enfatiza.

Una costumbre muy común de los mexicanos al partir la rosca, es decir “me salió el monito o el muñeco”, sin embargo, estamos en un error, ya que lo correcto es “el Niño Dios o Niño Jesús”.

En nuestro país esta tradición toma especial importancia, ya que aquél o aquéllos afortunados que encuentren al niño, además de recibir las bendiciones del niño Dios, serán los anfitriones del día dos de febrero, Día de La Candelaria y “padrinos” del niño.

Por lo que ese día deberán vestir de gala a su niño para su presentación en la iglesia, comprometiéndose también a ofrecer tamales y atole, chocolate o café de olla a todos los presentes, dando lugar con esto a otra de las más importantes tradiciones mexicanas.

En algunos lugares de México se tenía por costumbre guardar en la rosca un anillo y un dedal, por lo que aquella persona que encontrara el anillo, tendría una boda próxima; por el contrario, quien encontrara el dedal tendría soltería por lo menos de un año.

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