diciembre 14, 2024
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enero 6, 2017 | 172 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, enero 5 (AP)

Los disturbios por el alza de los precios de la gasolina continuaban el jueves en distintos puntos de México, especialmente en el estado de Veracruz, tras una violenta noche de saqueos y actos vandálicos. Hasta ese día por la tarde se reportaban dos muertos, alrededor de 300 establecimientos saqueados y más de 650 detenidos en tres estados.

Las protestas por el aumento de hasta un 20 por ciento se convocaron por quinto día consecutivo pese a que las autoridades llamaron a la calma y el gobierno federal anunció sanciones para los transportistas que apoyaran los bloqueos. Asimismo, hubo un despliegue de numerosos efectivos de seguridad, que en lugares como Veracruz estaban apoyados por el Ejército y la Marina.

Las organizaciones empresariales advirtieron que los cortes de carreteras, puertos y el vandalismo ponían en peligro la distribución de bienes. Por su parte, Petróleos Mexicanos (Pemex) indicó que podría haber problemas en el suministro de combustible en algunas zonas.

Una de las regiones más complicadas fue el puerto de Veracruz, donde incluso hubo disparos para disuadir los saqueos. La ciudad amaneció el jueves con casi todos sus comercios cerrados después de una noche de vandalismo. La situación continuó durante el día y conllevó la detención de 155 personas según informó el gobernador, Miguel Ángel Yunes.

Además, un joven murió al sur del estado, en el municipio de Agua Dulce, al ser atropellado por un vehículo que trataba de huir de agentes de la policía tras saquear un establecimiento, informó la Cruz Roja.

En uno de los saqueos más multitudinarios que pudieron constatar periodistas de AP, al norte del puerto el jueves por la tarde, más de mil personas, algunos con la cara tapada pero la gran mayoría familias al completo, entraron a un supermercado para llevarse cualquier cosa que encontraban a su paso, desde comida hasta útiles escolares, juguetes o bebidas alcohólicas sin que las fuerzas de seguridad hicieran acto de presencia.

Yunes, intentando calmar los ánimos en otro momento, ofreció dinero a un grupo de manifestantes para disuadirles de saquear un autoservicio. “Yo de mi dinero, no del dinero de gobierno porque no hay, les voy a dar un vale de 500 pesos (23.25 dólares) a cada uno para que puedan venir a comprar cosas”, dijo en una improvisada reunión en el estacionamiento del centro comercial.

En el Estado de México, la región que rodea la capital, hasta el jueves por la mañana habían sido detenidas 430 personas, de las cuales 124 eran menores, y se separó de su cargo a cuatro policías que aparecieron en un video llevándose mercancías de un comercio atacado.

En la capital hubo 76 detenciones por actos vandálicos y las autoridades desplegaron nueve mil policías extra. Además, un agente murió tras ser atropellado cuando intentaba impedir un robo en una gasolinera, indicó la Secretaría de Seguridad Pública, y otro agente resultó herido y se encuentra en estado crítico.

La Iglesia católica exhortó el jueves a las autoridades a “reconsiderar seriamente” la medida del aumento del precio de la gasolina y ser sensibles a las necesidades de la gente. “No es correcto imponer leyes sin tomar en cuenta la realidad”, indicó la Conferencia Episcopal Mexicana en un comunicado.

Asimismo, la patronal pidió al Gobierno proponer medidas concretas para atender el descontento social y lanzar acciones que fortalezcan la economía familiar.

El presidente Enrique Peña Nieto, que tenía previsto dar un mensaje a la nación el jueves por la noche,  justificó la víspera la medida como un mal necesario para garantizar la estabilidad económica del país.  “Comprendo la molestia y el enojo que hay entre la población”, dijo antes de subrayar que de no haberse tomado tal medida “serían aún más dolorosos los efectos y las consecuencias”.

Sin embargo, sus palabras no calmaron los ánimos.

La decisión, que muchos temen puede conllevar un aumento generalizado de los precios, sigue siendo criticada por amplios sectores pero varias organizaciones civiles así como los partidos de la oposición que habían alentado las manifestaciones se desvincularon de los actos violentos y los saqueos.

La Secretaría de Gobernación garantizó el apoyo federal a las fuerzas de seguridad locales y estatales y llamó a la prudencia ante la proliferación de rumores de toques de queda y ataques que generaron alarma.

 

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