Elizabeth Guevara.-
En pasados días el pequeño Luis Enrique Castillo Sánchez recibió el primer sacramento como símbolo de purificación, de nacimiento a una nueva vida y de aceptación, siendo ahora un hijo de Dios quien crecerá con fe y valores.
La ceremonia religiosa se llevó a cabo en la iglesia San Isidro, que en brazos de sus amados padrinos Javier Castillo y Lupita Hernández fue llevado con delicadeza a la pila bautismal.
Más tarde los asistentes se dieron cita en un conocido salón de fiestas de la localidad que se decoró con bonitos tonos azules, donde todos se mostraron contentos y cariñosos con el pequeño, ya que lo llenaron de besos, apapachos, abrazos y regalos de muchos tamaños y colores.
De los invitados más importantes estuvo presente su bella hermanita, Andrea Castillo Sánchez quien le expresó el amor que le tiene y es que para ella es una gran bendición, ya que desde que llegó a su vida la ha llenado de diversión y alegría.
Los padrinos como tradición lanzaron el peculiar bolo entre todos los pequeños invitados, siendo este un momento de mucha gracia, pues demuestra que el niño estará lleno de prosperidad y abundancia.
Fue una velada esplendida en el cual cada uno de los asistentes disfrutó de una rica merienda y la compañía de sus conocidos, colmándolo de buenos deseos.
Antes de finalizar la celebración sus papás el señor Enrique Castillo y la señora Aracely Sánchez, expresaron sentirse muy agradecidos por la enorme dicha de saber que su niño camina de la mano de Dios.