diciembre 13, 2024
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enero 8, 2017 | 144 vistas

Rogelio Rodríguez Mendoza.-

En cuatro de los Centros de Ejecución de Sanciones (Cedes) de Tamaulipas existen grupos de poder que ejercen control sobre otros reclusos y les aplican cobros por protección, asignación de estancia y acceso a la visita familiar, denunció la Comisión Nacional de Derechos Humanos, (CNDH).

Al dar a conocer el informe de actividades 2016, del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, que da cuenta de las acciones contra ese problema en favor de las personas privadas de la libertad, el organismo nacional reveló que el uno de marzo del 2016 hizo del conocimiento del Gobernador del Estado de 232 situaciones de riesgo así como de diversas propuestas para atenderlas.

Entre los 38 lugares o centros de internamiento visitados por el personal de la CNDH figuran los Cedes de Altamira; Matamoros; Reynosa y Victoria, además de los Centros de Reintegración Social y Familiar para Adolescentes en Altamira, Güémez, Matamoros y Reynosa.

En relación a los derechos a la igualdad y seguridad jurídica de los reclusos, los visitadores detectaron situaciones graves de autogobierno que atentan contra la población carcelaria.

“En los cuatro Centros de Ejecución de Sanciones se obtuvo información, por medio de encuestas y entrevistas anónimas, sobre grupos de poder que ejercen control sobre otros reclusos y diversas actividades inherentes a estos establecimientos”, revela el informe.

Y detalla: existe “la presunta presencia de cobros a los internos por protección, asignación de estancia, acceso a la visita familiar, uso de estancias de visita íntima, locutorios y teléfono, participar en actividades laborales, no cumplir una sanción disciplinaria, posesión de artículos electrónicos y el establecimiento de tiendas de abarrotes e incluso por la ocupación de “cabañas” construidas por los propios internos.

“Se detectaron celdas que alojan a un número de internos menor al resto de las estancias, con aparatos electrodomésticos y de telefonía celular, juegos de video y aire acondicionado, entre otros artículos que no posee el resto de la población; incluso, se observaron cuchillos y otros objetos punzocortantes” menciona el documento.

Además, en el Centro de Ejecución de Sanciones en Altamira, el grupo de internos que ejerce control sobre la población interna ocupa el área de ingreso como dormitorio, así como las instalaciones del Centro de Observación y Clasificación, que no se encuentra en funciones, para realizar diversas actividades como recibir visita familiar.

La CNDH advierte que entre los efectos negativos que puede generar el autogobierno se encuentra el aumento de la violencia al interior de los centros, la extorsión y el tráfico de sustancias prohibidas, además de la presencia de privilegios y tratos especiales para algunos internos.

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