CIUDAD DE MÉXICO, enero 13 (Agencias)
El cuerpo del padre Joaquín Hernández Sifuentes presenta también hematomas en varias partes, sobre todo en las piernas.
El sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes murió por asfixia debido a que fue estrangulado por su o sus victimarios, determinó la necropsia de ley, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) de Coahuila.
Además, el cuerpo, en avanzado estado de descomposición, presenta hematomas en varias partes, sobre todo en las piernas.
El cadáver permanece desde anoche en el Servicio Médico Forense (Semefo) de esta ciudad, donde será entregado a sus familiares esta tarde.
Hernández Sifuentes, de 41 años de edad, originario de Saltillo, donde era vicario de la Iglesia del “Sagrado Corazón de Jesús”, en el poblado La Aurora.
Fue reportado como desaparecido a la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas de la PGJE el viernes seis de enero a las 00:30 horas, aunque no se supo de su paradero durante nueve días.
Su cuerpo fue encontrado este jueves semienterrado en pleno monte, en un sitio muy alejado, en el municipio de Parras, en la zona sureste del estado, gracias a que la Policía Investigadora detuvo a dos de los presuntos homicidas, quienes revelaron el lugar donde sepultaron el cadáver.
La identidad de los supuestos victimarios permanece en el anonimato hasta este momento, las autoridades no han revelado sus nombres para no entorpecer las pesquisas tendientes a esclarecer el crimen y castigar al o los responsables.
Durante las próximas horas se procederá a la cremación y en la Diócesis de Saltillo, a cargo del obispo Fray Raúl Vera López, tienen previsto “velar las cenizas” en el Seminario Mayor, aquí en Saltillo, el sábado a partir de las 12:00 horas.
Será el domingo, también al mediodía, cuando la urna con las cenizas del cura sea colocada frente al Altar Mayor de la Catedral de Santiago.
Posteriormente, varios sacerdotes y Monseñor Vera López oficiarán una misa concelebrada para pedir por el eterno descanso del alma del padre Joaquín.
Según las primeras investigaciones, el religioso habría sido asesinado en un pleito, después de haber estado conviviendo (con unos amigos o conocidos) en la Casa Parroquial.
“Empezaron en un ambiente de camaradería y se suscitó un conflicto”, comentó el prelado de la iglesia Católica quien agradeció la indagatoria de la PGJE para encontrar el cuerpo del sacerdote.