CIUDAD DE MÉXICO, enero 14 (Agencias)
La agrupación Los Tigres del Norte respondió a las acusaciones del congresista republicano Mike Conaway, de Texas, después de señalarlos por inmiscuirse en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
“Durante más de 40 años hemos reflejado y llevado a cada rincón de EU, la voz de nuestra gente, la voz de quienes muchas veces callan. Somos parte de esta sociedad y lo que suceda en ella nos afecta”, dijo la banda en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.
Los Tigres del Norte mostraron su apoyo a la ex candidata a la presidencia Hillary Clinton durante las elecciones y aparecieron en comerciales, invitando a la comunidad latina a ejercer su voto.
En el comunicado, la agrupación destacó que “somos parte de esta sociedad y lo que nos suceda en ella nos afecta. Estamos agradecidos con esta nación, la cual nos ha brindado grandes oportunidades y vivencias”, concluyó.
Los Tigres participaron en el magno concierto Rise Up As One que se realizó en la frontera entre Estados Unidos y México con el mismo fin de invitar al público a ejercer su sufragio y en el que se dieron cita cantantes de la talla de Miguel Bosé, Alejandro Sanz, Becky J, Lila Downs, Carlos Vives, Julieta Venegas, entre otros.
El congresista republicano comparó el uso de artistas mexicanos para motivar a la gente a votar, con el supuesto hackeo de correos electrónicos que las agencias de inteligencia de Estados Unidos dicen fue orquestada por el gobierno de Rusia.
El senador dijo que “Harry Reid y los demócratas trajeron estrellas de telenovelas, cantantes y artistas mexicanos que tuvieron una inmensa influencia en esas comunidades en Las Vegas, para entretener, sacar a la gente a votar y así sucesivamente”, denunció Conaway.
“Esos son actores extranjeros, gente extranjera, que influyeron en el voto en Nevada. No oyes a los demócratas gritando y diciendo una palabra sobre eso”, declaró el legislador a la prensa local.
Al ser cuestionado específicamente sobre si considera eso igual que las intrusiones cibernéticas rusas, cuyo supuesto objetivo era dañar la campaña de Clinton, Conaway dijo: “Claro que sí, es una influencia extranjera. Si estamos preocupados por la influencia extranjera, tengamos toda la historia”.