WASHINGTON, EU., enero 15 (AP)
Una muchedumbre atestó este sábado una histórica iglesia afroestadounidense en el centro de Washington para una de decenas de protestas en Estados Unidos en respaldo a los derechos de los inmigrantes.
Entre los presentes había inmigrantes sin autorización para estar en el país acompañados de sus parientes y defensores. También asistieron funcionarios electos y representantes de grupos sindicales, así como defensores de los derechos de la mujer. La fila para entrar a la Iglesia Metropolitana AME se extendía más de una cuadra.
Los participantes llevaban pancartas con mensajes como “Resistir el odio de Trump” y “Tú, yo, todos somos América”, este último en español. Los oradores denunciaron al presidente electo Donald Trump por su retórica antiinmigrante y su promesa de erigir un muro en la frontera con México.
“Muchos como yo se sienten avergonzados de su estatus, por la intolerancia y el odio hacia los inmigrantes y refugiados”, dijo Max Kim, de 19 años, que fue traído de Corea del Sur cuando tenía 6 años y no tiene permiso legal para estar en el país. “Yo estoy aquí porque no tengo nada de qué disculparme. No estoy avergonzado de mi estatus porque es un recordatorio constante para mí mismo de que tengo algo por qué luchar”.
La muchedumbre exhortó a Trump y al Congreso, de mayoría republicana, a no anular el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), creado por una orden ejecutiva del presidente Barack Obama, el cual está dirigido a ayudar a personas como Kim que fueron traídas al país cuando eran niños.
“Funciona y soy prueba viviente de ello”, dijo Martín Batalla Vidal, uno de 750 mil jóvenes inmigrantes cubiertos por el programa. Muchos beneficiarios del DACA tienen educación universitaria y conocimientos políticos y han estado dispuestos a realizar protestas y arriesgarse a ser arrestados al presionar para que haya cambios en las leyes de inmigración.
Funcionarios electos que asistieron dijeron que la retórica de Trump y sus propuestas son incompatibles con los valores estadounidenses.
El senador Chris Van Hollen, demócrata de Maryland, dijo que el pueblo estadounidense no le permitirá a Trump “enterrar la Estatua de la Libertad”.
“Somos una nación para toda la gente, sin importar su religión, sin importar sus antecedentes, sin importar a quién ame uno”, agregó.
Las protestas son el capítulo más reciente en un movimiento que ha evolucionado desde el 2006, cuando más de un millón de personas salieron a las calles para manifestarse contra una propuesta de ley republicana que habría criminalizado el estar sin permiso en el país. La ley fue considerada ampliamente como exageradamente severa y desató una reacción que culminó con marchas masivas en mayo en todo Estados Unidos.
No es espera que las muchedumbres este fin de semana tengan una magnitud similar.
En años recientes, grupos de activistas han comenzado a hacer pedidos directos a legisladores y el presidente.