Alejandro Echartea.-
El obispo de la diócesis de Ciudad Victoria, Antonio González Sánchez, indicó que los sacerdotes de la Iglesia Católica, como cualquier otro ciudadano, no están exentos de sufrir hechos violentos a causa de la inseguridad como suscitó el año pasado en algunos municipios del país, no obstante resaltó que como el resto de la sociedad, se debe de continuar trabajando con normalidad.
“Lo vivimos igual que toda la sociedad, desgraciadamente todos los ciudadanos estamos expuestos a lo mismo, todos los ciudadanos vivimos la misma situación pero como lo he dicho anteriormente, nosotros como ninguna otra persona podemos dejar de seguir haciendo nuestras actividades”.
Cabe recordar que la diócesis de Ciudad Victoria vive una situación similar con la desaparición del padre Carlos Ornelas Puga el 3 de noviembre de 2013, al ser substraído de la parroquia en el municipio de Jiménez sin que se haya podido dar con su paradero hasta la fecha.
“Tristemente el año pasado fueron varias diócesis las que sufrieron esto, algunos pueden pensar que es por el hecho de ser sacerdotes, yo no creo que sea por eso, desgraciadamente tanto los sacerdotes de Poza Rica el año pasado, como era el padre de Saltillo, se supone según se dice que estaba con conocidos en casa parroquial”.
El obispo victorense descartó tener que realizar algún llamado a sus sacerdotes para que extremen sus precauciones, ya que consideró que esto es un tema que se encuentra ya en la conciencia colectiva de la población.