Presentado con las manos a la espalda, pese a que no estaba esposado, Guzmán lucía delgado, ataviado con un traje azul oscuro de prisionero. Mediante su intérprete, Guzmán se declaró “no culpable”.
Guzmán, quien la víspera fue extraditado de México, contestó de manera diligente con un “sí, señor” a las preguntas que le dirigía el juez del procedimiento, James Orenstein, quien le explicó si había leído los 17 cargos que se le imputaban.
El juez explicó que la primera audiencia del juicio de Guzmán estaba fijada para el 3 de febrero, aunque pidió permiso para que ésta pudiera ser prorrogada dos semanas adicionales debido a la complejidad del caso.
Guzmán consintió en que se pudiera prorrogar la audiencia inicial de su caso.
En la presentación, el juez Orenstein también destacó que tomaba nota de la queja del equipo legal de Guzmán, que ha alegado que la extradición de México fue realizada en violación a sus derechos.
Horas antes, la fiscalía del distrito este de Nueva York presentó 17 cargos en contra de Guzmán por delitos relacionados con actividades criminales que se extendieron durante tres décadas.