Trump bajó del auto conocido como “La bestia” para caminar por el centro de la popular avenida que conecta el Capitolio con la casa presidencial por unos 30 metros, lo que obligó al servicio secreto a realizar movimientos inusuales.
Decenas de agentes se congregaron alrededor del mandatario, su esposa Melania y su hijo menor, quienes caminaron varios metros antes de volver a subir al automóvil presidencial.
Los agentes de seguridad conminaron al mandatario a subir al auto blindado, debido a que metros adelante había manifestantes contrarios al gobierno de Trump.
Sin embargo, más adelante del trayecto Trump y su familia volvieron a bajar del vehículo un par de ocasiones más para saludar a las decenas de simpatizantes que vitorearon al nuevo presidente estadunidense.