HOUSTON, EU., febrero 5 (Notimex)
Patriotas de Nueva Inglaterra logró el regreso más improbable en la historia del Súper Tazón, al remontar una desventaja de 25 puntos para imponerse al final por 34-28 a Halcones de Atlanta y llevarse su quinto trofeo Vince Lombardi, en el primer tiempo extra en la historia del “Juego Grande” de la NFL.
Con desventaja de 3-28 a mediados del tercer cuarto, Patriotas recibió un empujó anímico cuando el apoyador Dont’a Hightower forzó un balón suelto del pasador rival, Matt Rayan, que se convirtió en ocho puntos cuando el quarterback Tom Brady conectó de 12 yardas con el veterano Danny Amendola en la zona de anotación.
Los “Pats” se agenciaron el triunfo con dos pases de anotación de Brady, el primero de cinco yardas para el corredor James White, en el tercer cuarto, aunque fallaron el punto extra, y el segundo el de 12 para Amendola con conversión de dos puntos en el cuarto episodio.
White, por su parte, fue el que logró la voltereta con otro par de arribos a las diagonales, con sendos acarreos de una en el cuarto episodio, también con conversión de dos, y el definitivo en la primera serie ofensiva del alargue.
El pateador Stephen Gostkowski falló un extra, pero marcó dos goles de campo, de 41 y 33 yardas.
Halcones, que había dado el juego de su historia en la primera mitad, se puso en el marcador con dos pases de Ryan, de 19 yardas para el ala cerrada Austin Cooper y de seis para el corredor Tavin Coleman, acarreo de cinco yardas de Devonta Freeman y devolución de 82 del esquinero Robert Alford de una intercepción contra Brady.
Contrario a las expectativas, el primer cuarto del Súper Tazón LI terminó igualado sin puntos, luego que las defensivas impusieron su ley, en especial la de Halcones, que pese a llegar con una gran desventaja en el papel, supo mantener a Brady bajo control.
El coordinador defensivo “emplumado”, Richard Smith, supo posicionar a su mejor pieza, el apoyador Vic Beasley, para meterle presión al pasador de los “Pats”, al que incluso derribó en un par de ocasiones detrás de la línea de golpeo, para mantenerlo fuera de la “zona roja”.
El primer golpe de autoridad llegó por parte de Atlanta en el segundo cuarto, donde primero, forzó un balón suelto de Brady, recuperado por el esquinero Robert Alford en la yarda 29 de su propio territorio, un duro golpe anímico para la gente del entrenador en jefe Bill Belichick.
Los “emplumados” supieron capitalizar el intercambio de balón y con una ofensiva sin reunión, que sacó de balance a la defensiva de los “Pats”, se colocaron a cinco yardas de la “zona prometida”, distancia que Freeman recorrió sin problema alguno, para poner a los suyos arriba por 7-0.
Instalada en plan de “tumba-gigantes” la defensa de Atlanta volvió a detener a Brady y compañía, con lo que Ryan volvió a ponerle las manos encima al balón y ahora fue su turno de llegar a la “zona prometida”, con un pase de 19 yardas para Patrick Chung, que duplicó su ventaja a 14-0 a mediados del segundo cuarto.
Y Halcones sacó una página del libro de Belichick, al ganar mover el marcador con su defensiva, y justo cuando Nueva Inglaterra empezaba a pisar fuerte en la grama del NRG Stadium, Alford le interceptó un pase a Brady el cual devolvió 82 yardas para poner el marcador 21-0 para Atlanta.
Con una ofensiva de las llamadas “de dos minutos”, Patriotas al fin pudo ponerse en el marcador, aunque sólo con un gol de campo de 41 yardas de Stephen Gostkowski, tras una ofensiva que recorrió 52 yardas en 2:19 minutos y 10 jugadas, que recortó la desventaja a 3-21 al medio tiempo.
Intratable, como lo fue a lo largo de la temporada regular, la ofensiva de Atlanta no daba reposo a la defensa rival y en el ecuador del tercer episodio, Ryan hizo valer su nombramiento de MVP de la temporada regular, al conectar su segundo touchdown del encuentro, un balazo de seis yardas para el corredor Tevin Coleman.
A la desesperada, tratando de meterse al partido, Patriotas se la jugó una vez en cuarta y tres, y luego Brady tuvo que salir por piernas para darle a su equipo otro primero y 10, luego que sus receptores estaban soltando hasta los más fáciles de los envíos.
Con este esfuerzo, casi heroico, Patriotas pudo cerrar la brecha, con un pase de cinco yardas de Brady, a la banda derecha, para White, quien pudo sacudirse al esquinero para poner el tanteador 9-28, luego que Gostkowski falló el punto extra.
Ya en actividad del cuarto episodio, la defensiva de Halcones aflojó un poco la presión y le permitió a Patriotas llegar a su yarda diez, sin embargo, volvieron a apretar a la hora buena para limitar al rival a un gol de campo de 33 yardas de Gostkowski, que dejó el tanteador 28-12 todavía para los pupilos del head coach Dan Quinn.
El golpe de autoridad fue tardío para Patriotas, pero llegó finalmente cuando el apoyador Dont’a Hightower forzó un balón suelto de Ryan que los dejó en la 25 de Atlanta y de este derivó un touchdown con pase de 12 yardas de Brady para Amendola, con conversión de dos puntos para acercarse a 20-28 con seis minutos por jugarse.
Aquí fue donde Brady sacó el colmillo largo y retorcido, con su ofensiva aprovechando al máximo el momento anímico, el veterano de 18 temporadas jugó por nota para llevarlos hasta la yarda uno del rival, donde cedió el balón a White, quien hizo lo suyo para igualar el tanteador 28-28 con la conversión de dos y decretar el tiempo extra.
Al finalizar el encuentro, Tom Brady completó 43 pases en 62 intentos, con 466 yardas de ganancia, dos touchdowns y uno interceptado, para Patriotas, mientras Matt Ryan tiró para 17 de 23, con 284 yardas aportadas, dos de anotación, sin intercepciones.
Cabe mencionar, también, que el pasador de los “Pats” rompió los récords del Súper Bowl en intentos de pase, envíos completos y yardas ganadas, con lo cual se adjudicó, con todo merecimiento, el nombramiento de Jugador Más Valioso de la edición LI del “Juego Grande” de la NFL.