José del Carmen Rodríguez Perales.-
Tras casi ocho semanas en conflicto, integrantes del llamado Grupo Azul liberaron la tarde del viernes el plantel que alberga la Unidad Académica de Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano (Uatscdh), del Centro Universitario Victoria.
Durante el fin de semana e incluso el lunes, autoridades de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) comenzaron a revisar y realizar reparaciones a las instalaciones que mantenían tomadas maestros y directivos del mencionado grupo.
Personal de la UAT levanta un inventario de los muebles e inmuebles para certificar las condiciones en que se recuperó la escuela y ver si falta equipo, mobiliario y documentos de alumnos y docentes.
De acuerdo con fuentes extraoficiales, fue el viernes alrededor de las 19:00 horas que se entregaron las oficinas a empleados administrativos de la UAT, sin que se volvieran a registrar altercados como ocurrió en ocasiones anteriores.
Esta mañana, la Unidad Académica de Trabajo Social se veía prácticamente vacía. Solamente algunos estudiantes estaban en las bancas de la explanada platicando.
Sin embargo, fuentes cercanas a la Rectoría comentaron que este miércoles o a más tardar el jueves retornarán los alumnos que estaban tomando clases en la Escuela Normal Superior.
En un recorrido por la Uatscdh se pudo constatar es que ya no hay mantas colgadas en los edificios ni fachada, así como tampoco cadenas en la puerta de acceso a la dirección, mismas que se habían colocado en su interior a fin de que ninguna autoridad universitaria pudiera entrar.
Cabe recordar que el conflicto inició a inicios del mes de diciembre cuando se le notificó al entonces director José Amparo Vargas su destitución como empleado de la UAT, lo que por estatutos lo desligaba también de la dirección de la Unidad Académica.
El grupo político al que pertenecía Vargas comenzó un plan de rebeldía con algunos maestros para seguir manteniendo el control de la institución, no obstante, con base en argumentos jurídicos, autoridades universitarias también despidieron a los integrantes del grupo en rebelión; la Asamblea Universitaria nombró a un director interino y para evitar conatos de violencia decretó clases extramuros.