PHOENIX, Arizona, febrero 9 (Notimex)
La inmigrante mexicana Guadalupe García de Rayos, fue deportada hoy a México, un día después de su arresto, tras haber acudido voluntariamente a las Oficinas de Inmigración y Aduanas (ICE) en Phoenix, para renovar su permiso de estancia en el país.
Su detención provocó una protesta la tarde y noche de ayer miércoles en la que participaron más de 200 personas y en la que siete manifestantes fueron arrestados cuando bloquearon con sus cuerpos una camioneta del ICE que se cree que transportaba a García.
Carlos García, director de Puente Arizona, un grupo defensor de los derechos de los inmigrantes, informó en rueda de prensa que García de Rayos, de 36 años de edad, había sido deportada la madrugada de este jueves por la frontera de Nogales, Arizona.
“Guadalupe es una de las primeras víctimas de las políticas (del presidente Donald) Trump”, dijo García. “Su familia ha sido separada”, indicó. García de Rayos llegó a Estados Unidos en 1995, cuando era adolescente. Desde entonces ha vivido en este país, sin haber regresado a México a lo largo de 27 años.
Durante este tiempo, cursó la escuela, se casó y procreó dos hijos Ángel de 16 y Jacqueline, de 14.
Sus problemas con inmigración iniciaron en 2008, cuando el entonces sheriff Joe Arpaio emprendió una batida contra inmigrantes indocumentados que utilizaban documentos falsos para trabajar en Phoenix.
García de Rayos fue detenida por agentes del sheriff por trabajar en el parque de diversiones Golfland Sunsplash en Mesa, un suburbio de Phoenix y fue declarada culpable del delito de robo de identidad, por usar documentos de otra persona para poder laborar.
La inmigrante permaneció seis meses detenida, alejada de sus hijos y esposo, hasta que con la ayuda de abogados de inmigración y del grupo Puente Arizona, fue liberada con un permiso de “permanencia de remoción” por un año, que estuvo renovando, hasta que este miércoles le fue negado por la nueva administración.
El presidente Donald Trump emitió el mes pasado una orden ejecutiva que amplió sustancialmente las prioridades de deportación para incluir a inmigrantes indocumentados que hayan cometido «cualquier delito».
Desde su detención en 2008, García se ha convertido en una activista pro derechos de los inmigrantes, al formar parte del Grupo Puente Arizona. En 2013, ella fue integrante de un grupo de indocumentados que acudió a manifestarse frente a la Casa Blanca en Washington.