CIUDAD DE MÉXICO, febrero 10 (Agencias)
El enfrentamiento en el que murió Juan Francisco Patrón Sánchez, alias El H-2, presunto líder del Cártel de los Beltrán Leyva en Nayarit y el sur de Sinaloa, se derivó de un ataque cometido por delincuentes en contra de los uniformados, informó la Secretaría de Marina-Armada de México, en un comunicado.
Los narcotraficantes que en su huida agredieron a los infantes de Marina llevaban Cuernos de Chivo, al menos una ametralladora Barret calibre .50, diseñada para penetrar blindajes, y lanzagranadas, informaron fuentes castrenses a El Universal.
Los hechos ocurrieron este jueves cuando los elementos de las Fuerzas Armadas daban seguimiento a tareas de inteligencia en contra del crimen organizado que opera en la región. El saldo fue de ocho muertos, todos identificados como criminales, en dos enfrentamientos.
El primero, de acuerdo con el mensaje oficial, ocurrió en calles de la colonia Lindavista, en Tepic, Nayarit, donde fallecieron cuatro personas; poco después, en la persecución y en apoyo de autoridades civiles, ocurrió otro enfrentamiento en las inmediaciones del aeropuerto de la ciudad, donde fallecieron los otros cuatro.
“Con base en el Manual del Uso de la Fuerza de Aplicación Común de las tres Fuerzas Armadas, y con el fin de disminuir el nivel de la agresión y reducir el peligro de bajas de civiles y fuerzas federales, éstas repelieron la agresión con apoyo de disparos disuasivos desde un helicóptero.
“Esta acción permitió que las Fuerzas Federales en tierra controlaran la agresión resultando de dicha acción que fallecieran ocho presuntos infractores de la ley, entre ellos Juan Francisco “N”, quien era cabeza de una organización delictiva que opera en todo el país, específicamente en el estado de Nayarit.
“En el lugar se encontraron diversas armas largas y cortas, así como una lanza granadas”, añadió la Semar.
El operativo se realizó con base al Manual del Uso de la Fuerza de Aplicación Común, agrega el comunicado.
Fuentes oficiales revelaron que en estos hechos hubo coordinación con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Policía Federal, sin que ninguno de los uniformados resultara lesionado.
En uno de los operativos participaron dos helicópteros, y personal de infantería de Marina realizó “disparos disuasivos” desde la aeronave para detener a los criminales, apoyar a las tropas en tierra e impedir que algún militar resultara herido o muerto en la agresión, señala la Semar.