MILWAUKEE (AP) — Miles de personas marcharon el lunes desde una zona predominantemente hispana hasta el palacio de justicia ubicado en el centro de Milwaukee, para protestar contra un plan que convertiría a los policías locales en agentes de inmigración.
Muchos de los manifestantes llegaron en autobús desde cerca de una docena de comunidades de todo Wisconsin, para participar en la marcha de una milla (1,6 kilómetros) de largo. Algunos de los manifestantes eran padres con sus hijos en carriolas y jóvenes ondeando banderas mexicanas y estadounidenses. La policía calculó que se reunieron entre 10.000 y 20.000 personas, coreando «¡Sí se puede!».
José Flores, presidente de la junta de Voces de la Frontera, uno de los grupos que organizaron la marcha, dijo que teme que el plan del jefe de policía del condado de Milwaukee, David Clarke, tenga efectos negativos para los inmigrantes. Clarke planea inscribir a sus agentes a un programa federal que les permite realizar tareas de agentes federales de inmigración.
«Muchas personas deben de estar asustadas. Como muchas de las familias de este país, hay mucha gente que trabaja duro. No son delincuentes. No somos delincuentes», dijo Flores.
Los activistas también marcharon en contra de la postura del presidente Donald Trump sobre inmigración y su orden ejecutiva que pone en peligro de deportación a casi todos los inmigrantes que viven en el país de manera ilegal.
«Ahora, con el nuevo presidente, hay mucho odio en el país, y también marchamos por eso», dijo Flores.
Los organizadores invitaron a latinos y otras personas del estado a cerrar sus negocios, no llevar a sus hijos a la escuela y marchar para detener el plan de Clarke.
En un comunicado, Clarke indicó que a las autoridades estadounidenses les interesa controlar sus fronteras, por motivos de seguridad nacional, a fin de evitar la propagación de enfermedades infecciosas y para «controlar el número de refugiados de otra nación fallida que abrumaría los servicios públicos limitados de Estado Unidos».
«Debe haber cero tolerancia a que la gente pueda ingresar ilegalmente a este país y establezca una residencia permanente», subrayó el jefe policial.
La policía de Milwaukee bloqueó intersecciones para dejar que los manifestantes marcharan libremente hasta el tribunal en el centro.
«La fuerza más grande de este país son los inmigrantes», dijo el ejecutivo del condado de Milwaukee. Chris Abele. «Es fácil olvidar lo que nos hace fuertes».
Abele agregó que la inmigración no es tema republicano ni demócrata.
«Este es un asunto estadounidense, de ciudadanos», dijo. Abele preguntó dónde estaría la ciudad de Milwaukee sin los inmigrantes alemanes que llegaron por montones en el siglo XIX.
María Jasso, de 31 años, dijo que llevó a sus tres niños a la manifestación para que aprendieran una lección importante sobre inmigración. Sus hijos tienen 6, 8 y 9 años.
«Queremos que el presidente no haga lo que quiere hacer», dijo Jasso, refiriéndose a la separación familiar causada por las deportaciones.
La Coalición para un Wisconsin Inclusivo, organizaciones comunitarias musulmanas y otras entidades también organizaron la marcha.