WASHINGTON, E. U., febrero 16 (AP)
De manera inédita, México planteó a la OEA lo que denominó como “importantes desencuentros” con su vecino del norte desde que Donald Trump llegara a la Casa Blanca. La mayoría de los países de la región le expresaron solidaridad.
El embajador mexicano Luis Alfonso de Alba Góngora dijo que las diferencias sobre seguridad, migración, comercio o cambio climático deben ser objeto de los países de la región.
“Ninguno de estos problemas tiene una solución nacional o unilateral. Ningún estado, por poderoso que sea, puede pretender imponer su voluntad en contra de los principios forjados por la comunidad internacional”, dijo el diplomático al dirigirse al foro hemisférico durante un Consejo Permanente de la organización.
Las propuestas del nuevo presidente Donald Trump para deportar a los once millones de inmigrantes que residen sin autorización en Estados Unidos, de imponer a México el costo de la construcción de un muro a lo largo de la frontera binacional y de renegociar el tratado comercial que también incluye a Canadá ha complicado notablemente la relación entre ambos países.
El presidente mexicano Enrique Peña Nieto canceló una visita a la Casa Blanca prevista para el 31 de enero, días después de que Trump le dijera durante una conversación telefónica que podría mandar militares a enfrentar a los “bad hombres ahí” a menos que el ejército de México haga más para controlarlos.
La Casa Blanca dijo luego que los comentarios tuvieron un tono “a la ligera”.
De Alba agregó que en México “compartimos la visión de que las relaciones internacionales deben basarse en el derecho, el respeto y el diálogo, y jamás en la intimidación o el uso de la fuerza”.
El embajador estadounidense Kevin Sullivan respondió calificando como “positivos” los contactos recientes no sólo entre los mandatarios sino también entre los cancilleres y agregó que ambos países abordan sus diferencias “con diálogo respetuoso”.
El secretario de Estado, Rex Tillerson, viajará a México la semana próxima para reunirse con su homólogo Luis Videgaray, anunció la víspera el Gobierno mexicano.
Numerosos países del continente hicieron coro para expresar su solidaridad con México y defender los derechos de los inmigrantes en cualquier país y sin importar su estatus migratorio.
El embajador boliviano Diego Pary Rodríguez dijo que su presidente Evo Morales “invitó a México a que ante las agresiones del norte, torne la mirada hacia el sur, donde están sus hermanos”.
El secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, señaló que “todo procedimiento debe ser realizado conforme al estado de derecho. Los países se deben abstener de agravios y estigmatizaciones” hacia los migrantes.
México será la sede en junio de la Asamblea General que cada año celebra la OEA, lo que podría darle una plataforma diplomática importante para ventilar sus diferencias con Estados Unidos.
Almagro dijo el jueves que tanto Peña Nieto como Videgaray le han confirmado su asistencia al evento de junio.