La llovizna que se registraba no intimidó a los manifestantes que llegaron a Pershing Square, en el centro de Los Ángeles, con sombrillas, chamarras y bolsas de plástico para iniciar la marcha de protesta con la consigna: «Santuario para todos. Marcha por los inmigrantes».
Los manifestantes recorrieron varias calles hasta llegar a la alcaldía de Los Ángeles, donde realizaron un mitin en el que predominaron las protestas y reclamos contra la políticas de la administración Trump y exigieron el respeto a las minorías.
Los participantes demandaron un alto inmediato a las redadas que realizan agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como a las deportaciones de inmigrantes indocumentados.
“Marchamos porque sabemos que el presidente Trump miente y necesitamos que Los Ángeles y el estado de California ofrezcan seguridad y se erijan como santuarios en favor de inmigrantes y sean un ejemplo nacional”, expresó David Abud, de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).
“Necesitamos que se pare de inmediato esa máquina de deportación que se ha gestado en la administración Trump. Queremos que la ciudad y el condado no sólo declaren a Los Ángeles una ‘ciudad santuario'», sino que asuman políticas sólidas y concretas a favor de la migración, indicó Abud.
Entre los oradores hubo iraníes, armenios, palestinos, sirios y cameruneses, quienes agradecieron el respaldo que se dio a la comunidad inmigrante, tras la orden ejecutiva de Trump para impedir el acceso a Estados Unidos de personas provenientes de siete países, cuya mayoría de la población es mulsumana.
Antes de iniciar la marcha y para animar a los participantes, en la plataforma de un camión la agrupación Los Jornaleros del Norte -integrada por jornaleros indocumentados- interpretaron desde música tropical hasta rock and roll.
En la marcha predominaron banderas mexicanas, estadunidenses y de la comunidad gay, así como carteles con las leyendas: “Vete racista”, “Santuario ahora”, “Orgulloso hijo de inmigrantes”, «No al muro”, “Alto al racismo”, “Alto a la separación de familias” o «Este país no es nada sin taqueros”.
Los grupos convocantes fueron la Unión Del Barrio, la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles, Black Lives Matter Los Ángeles y el Gremio Nacional de Abogados y la Red Mexicana de Organizaciones, entre muchos más.
Angela Zambrano, directora de la Red Mexicana de Líderes de Organizaciones de Migrantes y de CARECEN, dijo a Notimex que “hay una tendencia supremacista blanca que quiere gobernar enviando odio y mensajes de que la gente de color no es bienvenida en este país».
“Sabemos que la Constitución protege a todas las personas independientemente de su estatus legal y vamos a defender ese derecho y enviar un mensaje a California y Los Ángeles de que somos un santuario», enfatizó.
Yolanda Varela González, una maestra de origen mexicano, acudió en representación de sus estudiantes de la ciudad de Pomona, California, y portaba con orgullo una piñata con la imagen de Trump al que llamó un «racista» y «mentiroso».
“Mi familia viene de México, pero esta protesta no se trata sólo de mexicanos sino de muchos ciudadanos de diferentes razas y culturas. La discriminación es algo que no debemos permitir en un país que presume la libertad», puntualizó.