diciembre 14, 2024
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febrero 20, 2017 | 257 vistas

Rebeca Maldonado.-

Está claro que las relaciones afectivas que se desarrollan en la familia son las más importantes para que un individuo salga al mundo a obtener éxito. Muchas veces hemos escuchado decir que un niño que crece en un hogar con amor, aprenderá a recibir y dar a los demás el mismo cariño.

Es por eso que, se debe estar informado acerca de la importancia que tiene en los pequeños el amor y la paciencia con la que sus padres los eduquen para ser adultos de bien que criarán a nuevas generaciones.

El autoestima, la personalidad y hasta la inteligencia de un sujeto se definirá por las experiencias de los primeros años de su vida, es por tal motivo que, recibir amor por parte de las personas en su entorno los llevará a una sensación de estabilidad emocional que les creará la confianza suficiente para enfrentar nuevos retos.

Y es que, es innegable que un menor al que se le da cariño, respeto y un poco de autonomía, se mostrará siempre como un ser empático, que no se rendirá fácilmente, entusiasta, amable, capaz de adaptarse, independiente y hasta el control de algunas emociones como el enojo.

Los especialistas confían en que para lograr que nuestros niños tengan una buena salud emocional, se debe cambiar la forma en que se desarrolla su cerebro, tomando como método el amor y la educación emocional. Es decir, que también aprendan una forma correcta de expresar sus emociones, formando así sujetos que en su edad adulta sabrán recibir y dar el amor sin ningún temor.

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