FRESNO, California, EE.UU. (AP) — El costo de reparar los caminos, presas y demás infraestructura vital que resultó afectada por las recientes tormentas en California, podría superar los mil millones de dólares, incluyendo casi 600 millones únicamente en carreteras dañadas, que supera el doble del presupuesto estatal para la reparación de emergencia de carreteras, indicaron el viernes las autoridades.
Sumándose a los problemas, muchas comunidades agotaron sus presupuestos destinados a emergencias y han pedido ayuda del estado y el gobierno federal. Por encima de la reciente serie de daños, el estado más poblado del país tiene un atraso anual de 6.000 millones de dólares en reparaciones para caminos, autopistas y puentes, cuyo financiamiento no logran pactar los gobernantes.
Las tormentas invernales arrojaron suficiente agua y nieve en la parte norte del estado para poner fin a una sequía de cinco años. Pero el clima húmedo creó problemas para la frágil infraestructura.
Un tramo de una autopista montañosa entre Sacramento y South Lake Tahoe quedó dañado y se estima que las reparaciones tendrían un costo de 6,5 millones de dólares. En Yosemite Valley, solo está abierta una de las tres entradas primarias a una de las principales atracciones del parque nacional, debido a los daños o los temores de que los caminos pudieran ceder ante la presencia de grietas y filtraciones, indicaron los guardabosques.
En la costa central del estado, un puente se derrumbó y quedó irreparable en Big Sur, bloqueando hasta por un año un tramo de norte a sur de la Autopista uno hacia el centro turístico.
El costo total de la atención a las inundaciones, daños de tormenta y reparaciones en el estado, en tan solo los primeros dos meses de 2017, posiblemente superará los 1.000 millones de dólares, dijo el director financiero del estado, Michael Cohen. Gran parte del mismo será cubierto por el gobierno federal, que ayuda al estado a recuperarse de las fuertes tormentas.
El saldo incluye 595 millones para limpiar los deslaves y reparar las autopistas estatales. Aún no se saca un conteo preciso de los costos de las evacuaciones y daños no carreteros, así como de las reparaciones en la presa Oroville, cuyos vertederos amenazaron con colapsar e inundar las comunidades aledañas.