Rebeca Maldonado.-
Cada día, miles de animalitos son abandonados por quienes habían prometido cuidarlos para siempre. Las personas se olvidan de esta responsabilidad, y se les hace fácil tomar la decisión de dejarlos a su suerte. Es el caso de Negão, un perrito que a pesar de ser abandonado por su familia humana, ahora hasta es empleado de una gasolinera.
Este labrador negro, vive en una gasolinera en Mogi daz Cruzes, en Brasil, sitio donde fue olvidado. Cuando el establecimiento aún estaba en construcción. Tal vez, con la esperanza de que su familia regresara por él, el can no se movió del lugar e hizo amigos rápido.
Sabina Plannerer y su pareja son los dueños de esta gasolinera y fueron los nuevos amigos con los que Negão contó. Después de un tiempo, Sabina tomó la decisión de adoptar a este perrito y además lo convirtió en parte de los trabajadores de su gasolinera y, como todo integrante del personal su gafete y hasta una gorra.
“Lo adoptamos inmediatamente y le dimos todos los cuidados veterinarios que necesitaba. Lo llevamos a la clínica para vacunarlo y que lo desparasitaran, le compramos comida, una casa y una correa para sacarlo a caminar”, relató Plannerer
Y, si te preguntas ¿cuál es la función de este amistoso labrador?, Sabina comentó que “Negão espera a la gente que llega y después sale a saludarlos, inmediatamente se los gana con su encanto. Nuestros clientes lo aman, incluso algunos le traen juguetes”.
El perrito es un amigo muy querido tanto por los clientes como por los empleados quienes lo llevan a pasear por la ciudad.