Rogelio Rodríguez Mendoza.-
A través del Programa Universitario Emergente Nacional para la Terminación de Estudios Superiores (Puentes), la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) abrirá sus puertas a los migrantes repatriados por el Gobierno de Estados Unidos que deseen continuar sus estudios.
De ello informó Marco Aurelio Navarro Leal, secretario académico de la UAT, quien detalló que se afinan detalles para el establecimiento del programa.
Señaló que representantes de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (Anuies) estuvieron en una Audiencia Pública de la Comisión de Educación del Senado de la República, el pasado 15 de febrero, para dar a conocer la implementación del programa Puentes, que será replicado en las 187 instituciones que aglutina a esa organización, entre ellas la UAT.
El programa busca tomar previsiones para darle entrada a quienes sean deportados a propósito del endurecimiento de las políticas migratorias de Donald Trump.
Aunque no hay cifras confiables o precisas de cuánta podría ser la demanda de ingreso a las universidades mexicanas, detalló que existen un millón 800 mil “dreamers” registrados y que están en nivel universitario en el vecino país. Se trata de jóvenes nacidos en el vecino país, pero que son hijos de indocumentados.
A ellos hay que sumarle los jóvenes acogidos al programa DACA, que son aquellos jóvenes que llegaron a Estados Unidos en la infancia, y que entraron en una acción diferida para evitar su deportados en el mandato de Barack Obama.
“Puentes es un programa que busca flexibilizar la incorporación de los estudiantes a las universidades de México y facilitar la transferencia de créditos y de acreditación, además de hacerles trámite de revalidación”, detalló.
Sin embargo, el investigador advirtió de algunos obstáculos que podría enfrentar el programa, principalmente en lo económico.
“Se necesitan recursos, porque además los muchachos requieren una atención especial pues seguramente les faltarán materias para terminar y habrá que ponerles maestros de español”, ejemplificó.
Insistió en que todavía no hay ni idea de cuántos estudiantes vendrán y para ello ya existe contacto con las organizaciones de Estados Unidos para ir cruzando cifras.
La única seguridad que tienen, dijo, es que el alumnado se recibe en cualquier momento, pero el otro problema es que desconocen las condiciones en que llegarían o si vienen con sus familias.
“Esas son las cosas que tenemos que ver con Anuies y esperemos que no sea solamente información, sino que haya recursos para esto y ver cómo vamos a trabajar con ello. Esto implica un ejercicio no programado. No sabíamos que la política de Trump iba a ser cierta”, mencionó.
Finalmente, destacó que por lo pronto hay un acuerdo entre las universidades de Estados Unidos para proteger las matrículas y los datos que hay de cada estudiante, las cuales van a ser negados al personal de Migración, en determinado momento.
Aquí mientras tanto, “estamos revisando los reglamentos de revalidaciones, preparando todos los procedimientos, estamos preparando profesores para que en los centros de lengua les den clases de español y seguramente en las materias de ciencias vendrán bien preparados, pero sí en redacción, ensayos, español, ahí vamos a tener que apoyarlos”, concluyó.