CIUDAD DE MÉXICO, febrero 28 (Notimex)
El canciller Luis Videgaray Caso expuso que el Gobierno mexicano rechaza cualquier intento de Estados Unidos por militarizar las operaciones migratorias, así como medidas unilaterales que pretenden deportar a México a ciudadanos de otros países.
En el marco de su comparecencia ante el pleno del Senado de la República, dijo que estos temas fueron expuestos puntualmente a los secretarios de Estado, Rex Tillerson; y de Seguridad Interior, John Kelly, a quienes expresaron el rechazo a cualquier principio de extraterritorialidad de decretos estadounidenses en México.
Durante su exposición inicial, el funcionario federal sostuvo que México no permitirá que ciudadanos de otras naciones sean deportados a territorio nacional, y se pronunció porque prevalezca la coordinación en materia migratoria.
Indicó que el Gobierno de México planteó a ambos funcionarios la entrada en vigor el llamado “Acuerdo de Totalización” firmado por ambos gobiernos en 2004 y prevé que los trabajadores que sean repatriados puedan acceder a sus recursos y ahorros de la seguridad social.
En materia de seguridad, Videgaray Caso subrayó que el Gobierno mexicano quiere seguir en una relación de amplia colaboración con Estados Unidos, pero que el diálogo sea genuino y se dejen atrás amenazas y agravios.
En este marco anunció que México será anfitrión de una reunión de alto nivel con funcionarios de los gobiernos de Estados Unidos, así como de las naciones del llamado “Triángulo del Norte”, para analizar el tema del desarrollo de la región de Centroamérica.
El canciller dijo que Estados Unidos y México deben involucrarse con Centroamérica con un enfoque de desarrollo y no sólo preocuparse por el tema de la migración que sale de esas naciones.
Consideró que relación de México y el mundo con Estados Unidos es un “reto inédito”, sobre todo porque el vecino país del norte fue un promotor del libre comercio y esas políticas han cambiado, por lo que si bien México respeta el mandato electoral del pueblo estadounidense, ello no debe traducirse en agresiones a países amigos.
El funcionario subrayó que el presidente Enrique Peña Nieto ha delineado los principios de esta nueva relación que parte del absoluto respeto a nuestra soberanía y el rechazo a la construcción de muros en la frontera, además del respeto irrestricto a los derechos humanos y civiles de los mexicanos que viven en la Unión Americana.
“Cualquier dialogo con Estados Unidos debe ser con el principio de integralidad”, es decir con todos los temas en la mesa de negociación, pero no aceptarán cuotas o aranceles en el marco del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) subrayó.
“México no rehúye a la posibilidad de mejorar el Tlcan, pero su naturaliza fundamental, de libertad económica debe mantenerse”, apuntó el secretario quien agregó que el Gobierno mexicano está abierto a incluir nuevos sectores como el comercio electrónico, las telecomunicaciones o el sector energético.