diciembre 11, 2024
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marzo 2, 2017 | 101 vistas

WASHINGTON, E. U., marzo 1 (AP)

Organizaciones dedicadas a defender los derechos de los inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización recibieron este miércoles con marcado escepticismo el llamado del presidente Donald Trump por una reforma legislativa que cuente con el apoyo de ambos partidos.

La presidenta del National Council of La Raza (NCLR), Janet Murguía, dijo que mantiene una gran preocupación tras el discurso de Trump ante el Congreso debido al impacto negativo que sus decretos migratorios tienen para la comunidad hispana. “El tono moderado del presidente Trump y su llamado delicado al bipartidismo no suavizan las políticas que ha implementado y defendido con fuerza en su discurso”, dijo Murguía, cabeza de la mayor organización defensora de derechos civiles de los hispanos en Estados Unidos.

Desde su llegada en enero a la Casa Blanca, Trump ordenó intensificar las deportaciones de inmigrantes no autorizados, negar fondos federales a los gobiernos locales que rehúsen cooperar con autoridades migratorias y construir un muro a lo largo de la frontera con México, pero la noche del martes, el presidente se mostró por primera vez abierto a la posibilidad de una reforma migratoria si republicanos y demócratas pueden trabajar juntos.

El director de America’s Voice, Frank Sharry, acusó a Trump de adoptar con su llamado a una reforma migratoria “una estrategia cínica de xenofobia implacable” porque, a su juicio, sólo ofreció deportaciones para inmigrantes sin autorización y continuó tipificando a los inmigrantes como delincuentes.

Por su parte, el director de National Association of Latino Elected and Appointed Officials (Naleo), Arturo Vargas, no criticó el discurso sino que aseveró que “poner fin al discurso alarmista y dañino que ha buscado separarnos en vez de unirnos debe ser el próximo paso mientras nos preparamos para trabajar con el Congreso para convertir las palabras en hechos”.

Javier Palomarez, presidente de la Cámara Hispana de Comercio, dijo sumarse al llamado del presidente Trump para que los líderes legislativos “trabajen juntos y hallen una solución de mutuo acuerdo”.

La última vez que el Congreso intentó reformar las leyes migratorias fue en 2013, después de que los votantes hispanos contribuyeran decisivamente a la reelección del ex presidente Barack Obama. El Senado aprobó un proyecto de ley que incluía la opción de la naturalización de los inmigrantes sin autorización, pero la iniciativa naufragó en la cámara baja.

 

REPUBLICANOS SIGUEN DIVIDIDOS

El discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso dejó animados y entusiasmados a republicanos este miércoles, pero todavía enfrentan divisiones espinosas sobre la ley de salud, recortes impositivos y otros asuntos.

El tono optimista y disciplinado de Trump era lo que querían escuchar los legisladores republicanos tras el inestable primer mes, que a diario causó ansiedad en el Capitolio con los tuits del Presidente. Los republicanos recibieron bien la presentación de Trump y su llamado a “un nuevo capítulo de grandeza estadounidense”.

“Es solo un discurso, pero creo que lo que vemos es un tipo que viene de afuera del espectro político y ahora se está integrando y convirtiendo en un líder efectivo”, dijo el senador David Perdue, republicano de Georgia.

El vicepresidente Mike Pence dijo a MSNBC que Trump mostró al Congreso y al país “sus hombros fuertes, su gran corazón, haciendo un llamado, enfocándose en el futuro”.

Y el presidente de la Cámara baja, Paul Ryan, caracterizó al discurso como un “jonrón”.

Pero aunque Trump dio algunos detalles sobre la reforma que busca a la ley de salud y pareció estar de acuerdo con un elemento clave del plan que está trascendiendo en la Cámara de Representantes, sus comentarios sirvieron de poco para resolver un debate extremadamente difícil sobre las prioridades legislativas más importantes de los republicanos.

Ciertamente, un día después de que el presidente hizo un llamado a la “unidad y la fortaleza”, los republicanos parecían igual de divididos que antes, mientras buscan cumplir las promesas que vienen haciendo desde hace siete años: de revocar y reemplazar la ley de salud promovida por el ex presidente Barack Obama. La mayoría de ellos dijeron que el discurso de Trump no había cambiado eso o que los había acercado.

“No sé si esa era su intención”, dijo el senador Bob Corker, republicano de Tennessee. “Pero quiero decir que él nos dio el tipo de guía que creo la mayoría de presidentes dan en asuntos como este y ahora depende de nosotros”.

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