diciembre 14, 2024
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marzo 2, 2017 | 115 vistas

Un artista francés pasó una semana en un duro lugar: una piedra. Abraham Poincheval emergió este miércoles de una roca caliza de 12 toneladas en una galería de arte en París, donde estuvo encerrado desde el 22 de febrero. Un hoyo lo suficientemente grande como para sentarse se cavó en el interior de la piedra, a la cual le entraba aire por distintos agujeros. Recibió agua, sopa y carne deshidratada durante su prueba. Este miércoles, trabajadores separaron las dos mitades de la roca y Poincheval salió de ella con cautela. Hizo una señal de victoria mientras dos hombres lo ayudaban a sentarse en una silla en el museo Palais de Tokyo. “Da la rara sensación de un mundo flotante, una increíble sensación de que uno está flotando en esta cápsula mineral”, dijo después de someterse a un examen médico tras el experimento. “Sí, hay momentos muy fuertes en los que uno se marea, en los que el mundo se sacude terriblemente”, continuó. “Es un momento de alegría, es un regalo, pero a la vez uno debe mantenerse lúcido. Hay momentos muy fuertes en los que uno se pierde, en los que uno de pronto ya no sabe dónde está”. (Associated Press)

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