diciembre 15, 2024
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Mexicanos crean sustituto de unicel con semillas de tamarindo

marzo 10, 2017 | 274 vistas

México, 8 Mar (Notimex).– Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México desarrollaron a partir de las semillas de tamarindo una espuma biodegradable que podría sustituir al unicel.

Mientras que el poliestireno expandido tarda cientos de años en biodegradarse, la creación de científico del Instituto de Investigaciones en Materiales, Alfredo Maciel Cerda, y del maestro en Ciencia de la Facultad de Química, Abel Humberto Cortés Arce, entre dos y tres meses porque a la intemperie los hongos y bacterias se las comerían.

Como resultado, “se generarían agua y dióxido de carbono, pero no lixiviados (líquidos resultantes de un proceso de percolación de un fluido a través de un sólido) que al llegar a los mantos freáticos contaminan las aguas”, aclaró Maciel.

La máxima casa de estudios dio a conocer que México produce 39 mil toneladas de tamarindo al año, y una tercera parte de este fruto son semillas, de las cuales se desechan unas 12 mil toneladas, mientras que en otros países, como la India, se aprovechan como alimento para el ganado.

Las semillas de tamarindo contienen mayoritariamente un polisacárido o polímero hecho de glucosa como los almidones, al que se le injertó químicamente acrilato de etilo, una sustancia que por sí sola es como un hule.

“Según el porcentaje de acrilato de etilo que injertemos al polisacárido de las semillas, el copolímero resultante presenta determinadas propiedades mecánicas: a mayor porcentaje es más suave y flexible; a menor porcentaje, más rígido y resiste más carga mecánica, pero al rebasar su resistencia mecánica se vuelve más frágil y se rompe”, explicó Maciel Cerda.

La espuma podría servir para sustituir el poliestireno expandido en la elaboración de vasos y platos desechables, empaques para aparatos electrodomésticos y equipo científico, paneles de anuncios, aislantes térmicos para la construcción, cajas de pescado o neveras, entre otras.

Su ventaja es que, una vez desechada, tardará sólo tres meses en biodegradarse en condiciones de humedad del ambiente, destacó la UNAM en un comunicado.

Los universitarios ya disponen de la espuma biodegradable como un producto caracterizado a nivel laboratorio, el siguiente paso es escalar su producción a nivel industrial; con este fin ya diseñan un procedimiento óptimo como tema de tesis de licenciatura del alumno de la Facultad de Química, Ramsés Gutiérrez.

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