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marzo 11, 2017 | 135 vistas

BOSTON, E. U., marzo 10 (AP)

Los libros de temas ligeros están quedando para otro momento. En el 2017, la onda son los libros de ficción con visiones apocalípticas de la sociedad.

Al menos en Estados Unidos, donde clásicos sombríos que presentan sociedades que han tomado un rumbo tenebroso treparon a la cima de las listas de best-sellers como la de Amazon en los últimos meses, incluidos “1984”, de George Orwell, y “El cuento de la criada”, de Margaret Atwood, haciendo que los editores publiquen nuevas ediciones décadas después de que estos libros fueron publicados por primera vez.

“Un mundo feliz”, de Aldous Huxley, “Eso no puede pasar aquí”, de Sinclair Lewis, y “Farenheit 451”, de Ray Bradbury, también están siendo reeditados.

Incluso libros de no ficción como “Los orígenes del totalitarismo” de Hannah Ardent, de 1951, también están generando un renovado interés.

Componentes básicos de los cursos de literatura inglesa, las obras distópicas, sobre sociedades indeseables, inhumanas, están conquistando nuevos lectores. Grupos teatrales montan versiones de ese tipo de obras. Los cursos universitarios sobre literatura distópica tienen súbitamente largas listas de espera para inscribirse.

El renovado interés coincide con la elección de Donald Trump como presidente, según editores y académicos.

“Sin duda que la elección incidió”, afirmó LuAnn Walther, directora editorial de la división de libros de bolsillo de Knopf. “La gente no sabe lo que va a pasar y creo que estos libros que avizoran el futuro ayudan a quienes quieren estar preparados para lo que se pueda venir”.

Las ventas de una edición de “1984” subieron un 10.000% desde enero, en que la asesora de Trump Kellyanne Conway justificó afirmaciones incorrectas diciendo que eran “hechos alternativos” durante una entrevista televisiva. Esa expresión fue comparada de inmediato con el tipo de manipulación gubernamental sobre la que escribió Orwell hace casi 70 años.

“Es algo típicamente orwelliano, la verdad es algo variable que puede ser cambiado, hay visiones alternativas de los hechos”, comentó Peter Stansky, biógrafo de Orwell y profesor emérito de historia de la Stanford University. “Trump ha hecho que aumente mucho el interés”.

Hay quienes dicen que la visión de Trump sobre la inmigración y los medios de prensa, si bien no es única, encajaría perfectamente en la trama de un relato distópico. En los cursos universitarios de trabajos distópicos, los estudiantes se muestran interesados en buscar sus propios paralelos. Decenas de salas de cine transmitirán la versión cinematográfica de “1984” en abril en protesta por muchas de las políticas de Trump.

“La descripción orwelliana de un gobierno que genera sus propios hechos, exige una obediencia total y demoniza a los enemigos extranjeros nunca fue más oportuna”, manifestó en un comunicado la agrupación United State of Cinema (Estado Unido del Cine), que organiza la protesta.

Este tipo de actitudes no es nada nuevo en la política estadounidense. Los detractores del ex presidente Barack Obama lo compararon con el Gran Hermano de “1984” cuando salió a la luz un vasto programa de vigilancia del gobierno. Las ventas del libro aumentaron también en esa ocasión.

Algunos académicos opinan que la comparación con Trump no se justifica.

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