No hubo respuesta. Cuando la canciller alemana Angela Merkel le ofreció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estrechar sus manos frente a las cámaras que registraban su encuentro en la Casa Blanca, no hubo respuesta.
Después de unos segundos sin interacción entre ellos, con ambos mirando hacia las cámaras, Merkel se acercó hacia el presidente estadounidense y le preguntó: «¿Querés que estrechemos las manos?».
Trump no respondió. Sólo siguió mirando al frente, jugando con sus manos, como si nada hubiese pasado.
El momento no tardó en hacerse viral y de verse reflejado en la prensa estadounidense y la alemana.
Algunos se preguntaron si Trump ignoró a Merkel deliberadamente o si simplemente no la escuchó. Lo que sí se difundió es un momento anterior a ese encuentro con la prensa, esta mañana en Washington, cuando sí se dieron la mano.
Lo cierto es que este capítulo se suma a otro del mes pasado, cuando Trump le dio la mano al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, durante 19 segundos, e instaló los extraños saludos protocolares del magnate en el centro de la polémica.
El encuentro en la Oficina Oval estaba previsto para el martes, pero una tormenta de nieve que azotaba el este del país obligó a postergarlo.
Europa seguía con atención la reunión en la Casa Blanca y la conferencia de prensa posterior para ver hasta dónde -y con qué tono- se desmarcará la canciller del nuevo mandatario republicano.
Merkel y Trump han intercambiado críticas en relación a sus políticas frente a los refugiados: mientras que el nuevo gobierno de Estados Unidos los rechaza, Alemania evangeliza para que haya una apertura hacia ellos.
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