Ante las denuncias a la policía por el escándalo y la presencia de menores embriagándose en plena vía pública, varias patrullas acudieron a verificar el hecho. Sin embargo a su llegada, los oficiales fueron recibidos a botellazos por parte de los menores, de entre 14 y 16 años, lesionando a cinco de ellos.
Debido a esto, las autoridades solicitaron el apoyo de más unidades, arribando al lugar 25 patrullas con oficiales, quienes procedieron a detener a todas las personas posibles.
La cantidad de asistentes fue tal que pese al operativo, al menos 150 personas lograron escapar. Los detenidos fueron trasladados al Centro de Atención Integral al Adolescente, a la espera de que sus padres o tutores fueran por ellos.
Sobre el incidente, Patricia Moreno Domínguez, coordinadora de la Unidad Especializada de la Policía en la Atención a la Violencia Familiar (UNEPAVIF), declaró que “fue impresionante, es un hecho sin precedentes. El Código Rojo de emergencias policiales fue activado poco antes de la medianoche del sábado y el operativo terminó hasta en la madrugada del domingo. La calle Aldama fue cerrada a la circulación desde Acuña a Xicoténcatl”.
La movilización para terminar con la fiesta incluyó a todas las patrullas de la Policía Preventiva, el Grupo de Reacción Operativa Metropolitana y de Fuerza Coahuila.
En total terminaron detenidos 307 menores de entre 14 y 17 años y 130 adultos. Pese a que el incidente no amerita antecedentes penales, los nombres de los detenidos fueron registrados en caso de futuros incidentes.
Moreno Domínguez dijo que espera la experiencia “sirva a los chamacos para que recapaciten, que sean más cuidadosos y no acudan a este tipo de eventos, porque seguro serán detenidos y lo único que hacen con eso es arruinar su vida”.
Con información de:: lopezdoriga.com