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marzo 20, 2017 | 118 vistas

WASHINGTON, E. U., marzo 19 (AP)

Devin Nunes está encabezando una de las investigaciones más cargadas políticamente, complejas y escudriñadas del Congreso en lo que se recuerde. Como presidente de la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes, lidera la pesquisa del Congreso sobre la intromisión de Moscú en la campaña presidencial de 2016 y la oscura red de contactos entre el equipo de campaña del entonces candidato Donald Trump y Rusia.

La comisión celebra el lunes su primera audiencia pública sobre la investigación.

Nunes —el hombre del rural Valle Central de California y quien alguna vez dijo que todo lo que quería hacer era trabajar en una granja lechera— tiene por delante una tarea titánica, pues deberá cubrir otros continentes y explorar las redes de espionaje, en un asunto que ha dominado los titulares internacionales.

Está muy lejos de criar ganado.

“No estoy buscando figurar”, dijo Nunes a The Associated Press cuando se le preguntó acerca de su nuevo lugar como centro de la atención.

Hasta hace poco, el político de 43 años de edad y voz suave —apodado un “papá normal” por sus amigos— apenas aparecía en las noticias nacionales. Ahora está sosteniendo reuniones de prensa semanales y se le pregunta sobre los más recientes acontecimientos.

El lunes, estará al frente de una audiencia en la que interpelará como testigo al director del FBI, James Comey, un evento que en Washington equivale a un programa de televisión que nadie debe perder.

Nunes nunca fue uno de los mayores promotores de Trump, pero fue nombrado para sumarse al equipo de transición como asesor para fijar el calendario oficial.

La carga de dirigir una investigación bipartidista y creíble sobre la integridad de las campañas estadounidenses, sin mencionar el posible papel de los entonces jefes de la campaña del ahora presidente, es pesada no solo para él, sino también para muchos legisladores veteranos.

Por parte de los demócratas, el senador por Virginia Mark Warner, dijo que la investigación de la comisión de inteligencia del Senado, de la cual es copresidente, es probablemente lo más importante que hará en su vida pública.

Nunes dice que no siente lo mismo. “Todo lo que hacemos por aquí es realmente importante”, dijo Nunes. “No pondría algo por encima de otra cosa”.

Nunes es un portugués-estadounidense de tercera generación. Creció trabajando en la granja lechera de su familia. Durante su adolescencia, crió ganado y ahorró dinero para comprar tierras de labrantío con su hermano, según su biografía del Congreso. Tiene licenciaturas en Agricultura y tiene intereses en el campo, con una inversión en dos bodegas vinícolas en California administradas por un amigo al que conoció con su red de compañeros de universidad.

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