diciembre 15, 2024
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marzo 21, 2017 | 124 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 20 (Agencias)

Con el fin de que los más de dos mil 200 metros de altura en la CDMX no sean un rival más en la eliminatoria, la Selección Mexicana entrenará en Sumiya, Morelos, y será hasta el viernes, día del encuentro ante Costa Rica, que harán el viaje a la capital para cumplir con el compromiso, una estrategia que para los expertos, es buena.

Daniel Ipata, preparador físico que ha trabajado con equipos como Pachuca, Cruz Azul y Monarcas, explicó cómo serán beneficiados los once jugadores que vienen de Europa para disputar el duelo eliminatorio ante Costa Rica en el Estadio Azteca.

“Las subidas dramáticas son consideradas arriba de los 2200 metros y son las que causan afectación sobre el rendimiento aeróbico, la coordinación motriz o sobre el rendimiento general en cuanto a repeticiones de velocidad durante los 90 minutos. En este caso estarán en Cuernavaca, por encima de mil 200 metros y el día del partido regresan a la Ciudad de México”, dijo Ipata en entrevista telefónica.

De los once seleccionados que militan en el Viejo Continente, ninguno tiene una participación sobre una altitud por encima de los mil metros.

“Hablamos de una adaptación gradual porque van a llegar del nivel del mar de sus ciudades a mil 200 metros en Cuernavaca y llegarán para el partido en un momento que los dos mil 240 metros de la Ciudad de México no afectan el rendimiento”, externó el preparador físico.

Ipata recordó una situación similar cuando Chivas, que entrena a mil 200 metros sobre el nivel del mar, jugó contra Cienciano, en Cusco a tres mil 200 metros. Aquella vez, la estrategia fue llegar a Arequipa, que está a 2 mil 400 metros de altura y luego llegar a Cusco solo diez horas antes del juego.

En cuestiones médicas, el doctor Roberto Rodríguez descartó cualquier problema con los jugadores europeos al entrenar en la altura de Sumiya y posteriormente jugar en el Coloso de Santa Úrsula.

“Les afecta como les afectaría llegar directamente a la Ciudad de México, como ha sucedido todo este tiempo, porque en el caso de los que vienen de Europa ya tuvieron, de acuerdo a los archivos médicos y de preparadores físicos, algunas consecuencias negativas en el rendimiento”, señaló además, explicó que el tiempo mínimo para adaptarse a la altura de la CDMX es de tres semanas mínimo.

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