CIUDAD DE MÉXICO, marzo 21 (Notimex)
La situación del agua en México es un tema de contrastes. Mientras en las zonas del centro, norte y noroeste, la escasez del vital líquido llama a hacer un uso eficiente; en la región sureste del país, la relativa abundancia de agua realza la necesidad de proteger a la población de fenómenos como las inundaciones.
De acuerdo con información de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el total del agua dulce que tiene el país es de 446 mil 777 millones de metros cúbicos, de los cuales, el 67 por ciento se encuentran en la región sureste, a la vez que el resto del territorio nacional solo posee el 33 por ciento de este líquido.
Su contrastante presencia ha provocado que mientras Chiapas sufre de frecuentes inundaciones, en ocasiones hasta tres veces por año, entidades como el Estado de México y la Ciudad de México están padeciendo la escasez del vital líquido.
En su publicación “Numeragua, México 2016”, la Conagua explica que el agua renovable o agua dulce, que nutre los 633 mil kilómetros de longitud de los ríos mexicanos, los 653 acuíferos y las 731 cuencas del territorio, es la cantidad máxima de líquido que es posible explotar sin modificar el ecosistema.
Anualmente, México recibe un millón 449 mil millones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación. De dicha cantidad, se estima que el 72.5 por ciento se evapotranspira y regresa a la atmósfera; el 21.2 por ciento escurre por ríos y arroyos y el 6.3 por ciento restante se infiltra y recarga los acuíferos.
En otro texto titulado “Atlas del Agua en México 2016”, la Conagua señala que, a nivel nacional, el agua renovable per cápita disponible es de tres mil 692 metros cúbicos por habitante al año (m³/hab/año).
Sin embargo, la región sureste que alberga tan solo el 23 por ciento de la población total, tiene una disponibilidad del recurso siete veces mayor que de la que dispone el resto del país.
Así, en el 2016, la Región Hidrológica Administrativa (RHA) de la Frontera Sur en Chiapas tenía un índice de agua dulce per cápita de 18 mil 852 m³/hab./año, a la vez que la RHA del Valle de México poseía solo 148 m³/hab./año.
Por ello, la Conagua menciona que tanto las regiones norte, centro y noreste del país, como la zona del sureste, tienen retos que asumir ante el contraste tan marcado de la disponibilidad del recurso.
Por una parte, los primeros se encuentran ante una realidad de buscar proyectos eficientes para la conservación y uso del agua para abastecer a su población que cada año aumenta en número.
Mientras que la región sureste se enfrenta al reto de proteger a sus habitantes de fenómenos naturales como las inundaciones, así como de brindarles servicios eficientes de drenaje.
Al respecto, la publicación “Atlas del Agua en México 2016” enfatiza que ante el creciente aumento de población, para el 2030 el agua renovable per cápita a nivel nacional disminuirá de tres mil 692 metros cúbicos por habitante a tres mil 250 en el 2030.