Shalma Castillo.-
Desde hace 38 años su voz es un bálsamo que lleva entretenimiento al campo tamaulipeco y también a la ciudad.
Profesional de tiempo completo en la locución, en muchas ocasiones sirve de consejero y psicólogo para los radioescuchas.
Su sello encuentra sustento siempre en la humildad y tiene en la palabra a su mejor aliado.
José Ricardo Ortiz Zúñiga se enamoró de esta profesión embrujado por la labor de Carlos Adrián Avilés y Pedro “El ranchero” Aguilar. Su maestro, otro locutor de la vieja guardia, Andrés García González, la famosa “Gorra”.
“Siempre desde niño escuchaba cuando mis padres disfrutaban de las programaciones en estaciones de radio de la Capital, de ahí me nació el gusto, cuando escuchaba a los señorones”, enfatiza.
A sus 57 años de edad, casado y con tres hijos; Ricardo de 35 años, Héctor 34 y Rocío 33, a quienes les dio una carrera universitaria, gracias a esta labor de locutor.
Platica que antes de dedicarse a locutor de radio trabajaba anunciando bailes norteños y gruperos que se llevaban a cabo en un salón de fiestas en la Capital.
“En el Ocho Mutualismo, en la Sociedad Grupos Mainero, me tocaba ir a los bailes que se hacían en aquel entonces, un día vi a un grupo que se llama Tropical Playa del Bravo, con ellos venía una persona, era el animador y representante, esa ocasión me tocó presentar un grupo local, enseguida actuaron ellos”…
…“Terminando le digo al señor, ‘amigo, ¿usted es locutor de radio?, porque se le oye muy bonita su voz. Él me respondió que sí”…
Después de conocer aquel animador, Domingo Alberto Barrera Cantú, fue como se le abrieron las puertas al mundo de la radio.
“Me dijo que si me gustaría trabajar en radio, y le dije que sí, me comentó que había oportunidad en Camargo, Tamaulipas, me invitó y ahí estuvimos”, comenta.
Domingo Alberto fue un gran amigo, sin embargo le perdió la huella después de muchos años, “no sé si todavía viva, pero él me dio la oportunidad y ahí empecé a trabajar en la radio, tuve la primera experiencia de salir al aire gracias a él”.
Después de estar por un tiempo trabajando en el municipio de Camargo, en donde animaba a la gente con su voz a través de este medio, y los complacía con canciones de género norteño, se fue en búsqueda de otra oportunidad laboral a Montemorelos, Nuevo León.
“En Camargo estaba en la estación XEZD, después anduve buscando trabajo en Montemorelos y por otra razón me regresé a la Capital, de donde soy oriundo, no estaba casado ni tenía familia y regresé con mis padres”, enfatiza.
Dice que este trabajo que realiza en la radio es de vocación, cuando era joven después de que terminó la preparatoria, tuvo la oportunidad de obtener su licencia como locutor.
Platica una de las tantas anécdotas que ha vivido en todos estos años, vivencias que le ha dejado su profesión.
“Un día me metió en un aprieto una señora que llegó a las oficinas de la radio, se le había extraviado su hijo, fue a la escuela a recogerlo tarde y no encontró al chamaco”…
A la señora no se le ocurrió una mejor idea que dar un aviso en la radio, en donde mucha gente podría escucharla para poder encontrar al niño.
“Me dijo apóyeme, écheme la mano, quiero que haga mención a través de la radio para que aparezca mi hijo, o de lo contrario, voy a tener problemas con mi esposo, la apoyé y a la media hora me llama que todo estaba bien y su hijo había aparecido”, recuerda.
Platica que en su trabajo interactúa de gran manera con sus radioescuchas, recibe llamadas de saludos, comentarios afectuosos, e incluso para pedirle consejos o sugerencias.
“Muchas ocasiones la hago de psicólogo, llaman para platicarme sus historias y me peguntan qué hacer, entonces uno tiene que darles su opinión de la mejor manera”.
También menciona que una de las anécdotas no muy agradables que no olvida, fue que en una ocasión le tocó cubrir un evento atrás de la iglesia de la “Virgen de Guadalupe”, y aquel día la lluvia estaba muy fuerte estaba un aguacero tremendo, mi programa lo tenía elaborado y listo, pero se me borró todo por la lluvia, ya era hora de iniciar, pero ahí estuve conduciendo aún así sin programa, y saqué adelante el evento…
Una de las mayores satisfacciones de Ricardo es el que uno de sus hijos haya heredado la pasión por los medios de comunicación.
Cuenta que su hijo mayor lanzó un programa de televisión al aire, “Locker Libre”, lo cual le dio un gran gusto.
“Mi hijo me dice, ‘papá, quiero que me des la patadita de la suerte, quiero que estés conmigo’, y estuve ahí en Locker Libre, lo que para mí es una satisfacción muy grande por ver que hereda el talento de un servidor, me dio mucho gusto”, enfatiza.
Dice que únicamente su hijo mayor fue quien siguió los pasos, sin embargo a veces cuando le toca asistir a eventos lo acompaña su otro hijo, que también en ocasiones toma el micrófono y lo pone a conducir y mandar saludos.
Actualmente lo podemos sintonizar en la ORT, estación XHHP 97.5 FM, en un horario de 10:00 a 12:00 horas, y de 18:00 a 20:00 horas.
Ricardo dice que gracias a este trabajo de locutor pudo crear una familia, su casa y darles estudios a sus hijos, por eso “sigue al pie del cañón”.
Aunque ya logró una de las metas en su vida, que es poder hacer lo que más disfruta, el conducir un programa de radio, también tiene otras aspiraciones, como es el llegar a ser un gran productor.
“Mi meta es ser productor, de hecho ya lo estoy logrando, tengo modestamente un estudio de grabación en donde me visitan grupos musicales; norteños, tropicales, románticos, con la ilusión de promoverse y estamos trabajando en este proyecto”, platica.
En su casa Ricardo tiene un espacio al que él le dice “mi cuevita”, es un cuarto que utiliza como cabina, en las paredes tiene cartón de tapas de huevo, el cual nos explicó que sirve para que no entre ruido del exterior de la habitación, ni tampoco se escuche el sonido hacía afuera.
También tiene una bocina, computadora, audífonos, el micrófono, y todas las herramientas para poder grabar las canciones de los grupos musicales que lo visitan.
Dice que por medio de este ambiente ha conocido muchos artistas y grupos musicales famosos, más que nada de género norteño.
Ha logrado tener contacto también con agrupaciones locales, las cuales les ofrece su servicio de productor, en donde afortunadamente, gracias a su labor, ha tenido grandes oportunidades.
Finalmente, dio un consejo para todas aquellas personas que a un futuro deseen ser locutores, o para quienes están estudiando para serlo…
“Lo primero que les puedo decir es que sean humildes, que le pongan amor a la camiseta y con fe se va a lograr todo lo que se propongan, tienen que disfrutar mucho lo que hacen, para que otras personas también lo disfruten”, expresó.
Dice que lo que más le gusta de este trabajo, es informar, saludar a la gente y estar en contacto con el auditorio, que gracias a ellos es que los programas de radio han tenido éxito todos estos años.
Recomendó que para sacar el estrés o cuando estén de mal humor, lo mejor que pueden hacer es prender la radio y sintonizar alguna canción que les mejore su día.