diciembre 14, 2024
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abril 1, 2017 | 233 vistas

CIUDAD DE MÉXICO, marzo 31 (Agencias)

Hace 22 años, la reina del tex mex, Selena Quintanilla fue asesinada por su asistente y presidenta del club de fans: Yolanda Saldívar.

Su muerte no dejó en el olvido sus éxitos musicales. Todo lo contrario: ahora su nombre y carrera artística son leyenda, y aún generan onerosos ingresos a su familia.

Después de siete meses de haber sido asesinada, el juicio contra Saldívar reconstruyó el relato cronológico de lo que ocurrió aquel fatal 31 de marzo de 1995 en un hotel de Corpus Christi, en Texas.

Todo sucedió en el motel Days Inn, en Texas, donde Selena había aceptado reunirse con la que había sido presidenta de su club de fans, Yolanda Saldívar. Era casi madrugada cuando se encontraron, por eso, su esposo Chris Pérez decidió acompañarla.

Saldívar había sido despedida 20 días antes por el padre de Selena, y el encuentro era para que entregara a la cantante estados bancarios que faltaban sobre la contabilidad de su club de seguidores.

La intérprete de “Amor Prohibido” tocó la puerta de la habitación 158. Yolanda abrió. Le entregó los documentos y le explicó que había sido violada y golpeada en un viaje que había hecho a México.

Selena se puso a las órdenes de Yolanda si necesitaba algún tipo de ayuda y se marchó junto a su esposo. De camino a casa, la artista se dio cuenta que no había recibido los papeles solicitados. Según Pérez, su esposa se fue a dormir intranquila con la situación, pero al día siguiente acompañaría a Saldívar al hospital para hacer una revisión tras la “supuesta agresión sexual” y creyó que ahí recuperaría los estados financieros.

Eran las 7:30 de la mañana del viernes 31 de marzo de 1995 cuando Selena se despertó, se puso una sudadera verde y se dirigió, nuevamente, hacia el motel Days Inn.

Ambas se trasladaron a un hospital regional donde revisaron a Saldívar, sin embargo, los médicos encargados no dieron credibilidad al relato, puesto que el estado de salud de Yolanda no coincidía con las lesiones que había descrito.

Selena recibió su última llamada telefónica, era su esposo. Chris Pérez le preguntó dónde estaba porque su padre la estaba esperando para grabar un tema de su disco en inglés. “Voy ya mismo, estoy resolviendo un último asunto”, recordó su entonces esposo que le contestó Selena.

Según la reconstrucción de Saldívar, Selena le pidió que se dejaran de ver por un tiempo, mientras se aclaraban los problemas entorno al manejo de sus negocios. Selena dio la vuelta para salir de la habitación cuando Yolanda, a las 11:48 a.m., “aplicó las 11 libras de presión que requería su revolver Taurus, calibre 38 y disparó”.

Herida, Selena gritaba para pedir ayuda. Saldívar se escondió en su camioneta e intentó suicidarse.

Selena caminó 118 metros, hasta derrumbarse en la esquina del mostrador de la recepción del motel. Según los trabajadores, Selena tenía miedo que Saldívar llegara a atacarla otra vez. Los paramédicos llegaron dos minutos después a la escena.

El cuerpo de Selena entró al hospital Corpus Christi’s Memorial alrededor de las 12:10, donde el cirujano cardiovascular Louis Elkins intentaría revivirla.

Elkins abrió el pecho de la artista para aplicar medicamentos directamente a su corazón pero este estaba azul. Selena había tenido una pérdida de sangre masiva. La bala había lacerado su hombro y pulmón derecho, las venas y una arteria mayor.

A la 1:05 de la tarde se decretó la muerte de la “Reina del Tex mex”.

Yolanda Saldívar fue condenada a cadena perpetua el 26 de octubre de 1995 y podrá solicitar libertad condicional hasta el 2025. Yolanda ha sostenido en varias ocasiones que le quitó la vida “sin querer” a Selena y “su vida cambió el 31 de marzo de 1995 y ya no puede cambiar para peor”. Miles de personas se preguntan, hoy por hoy, por qué se citaron en un lugar a solas y sin ningún testigo.

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