Julio Hernández.-
MATAMOROS, Tam.- Tamaulipas cuenta con la infraestructura para aplicar los proyectos del nuevo modelo educativo, por lo que es necesario que el sector se encuentre empapado de lo que representa este y de los nuevos retos a los que el magisterio tendrá que enfrentarse, señaló Héctor Escobar Salazar, secretario de Educación en el Estado.
Esto lo sostuvo durante una reunión de trabajo realizada en la Universidad Pedagógica Nacional en Matamoros, para llevar a cabo el arranque de los foros de consulta del nuevo modelo educativo, mismos que se realizaron de forma simultánea en diversas ciudades de esta entidad.
Ahí, frente a docentes, autoridades educativas e investigadores docentes, aseguró que las escuelas de Tamaulipas cuentan con una infraestructura sólida y apta para aplicar los programas que trae consigo este proyecto y que los estudiantes podrán explotar al máximo principalmente el nodo de la innovación, con el que se pretende que los jóvenes tamaulipecos enfoquen toda su energía en la ciencia y tecnología.
Asimismo, el funcionario público estatal aseguró tener conocimiento de los casos de maltrato, agresión y acoso sexual en los que se han visto involucrados algunos profesores de esta ciudad, y aseguró que la Secretaría a su mando emitirá el castigo correspondiente a quien lo amerite conforme a su falta.
“La gran mayoría de los docentes de Tamaulipas, que son más de 50 mil, hacen excelente su función, habrá uno o dos casos de maestros que puede equivocar sus formas, pero estoy convencido que como los padres de familia cometemos errores y no son con dolo, finalmente los docentes tratan de hacer bien su trabajo y cuando se equivoquen habrá un correctivo, como ha sucedido, y para aquellos que han agredido la confianza de los padres de familia al atacar a sus hijos, habrá un castigo diferente para ellos”, dijo.
Escobar Salazar explicó que la Secretaría de Educación no está facultada para solicitar la creación de un órgano de vigilancia, ante lo cual se apoyan con los directivos, docentes, alumnos y padres de familia para medir el grado de inseguridad que puede imperar en los alrededores de las escuelas.