NACIONES UNIDAS, abril 5 (Notimex)
Estados Unidos, Reino Unido y Francia presentaron al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que pide una investigación sobre los presuntos ataques químicos perpetrados la víspera en Siria, que pudieron haber causado la muerte de unas 100 personas.
El proyecto de resolución condena el ataque, además de que expresa su pleno apoyo a una investigación encabezada por el comité de la ONU para Siria y enfatiza la obligación del gobierno de ese país de cooperar con las instancias que conducen las pesquisas.
Asimismo pide al Gobierno de Siria proporcionar a los investigadores información sobre las operaciones aéreas, así como de datos sobre bases a partir de las cuales se pudieran haber iniciado los vuelos que lanzaron los ataques.
Durante la sesión, los miembros del Consejo de Seguridad condenaron el ataque y el uso de armas químicas, además de que llamaron a realizar una investigación independiente para determinar las circunstancias. Sin embargo difirieron sobre quiénes eran los responsables.
La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, afirmó que el ataque “tiene todas las marcas” de anteriores ataques químicos lanzados por el gobierno del presidente Bashar al-Assad, de acuerdo con previas investigaciones de Naciones Unidas.
Haley además criticó el apoyo que Rusia ofrece al gobierno de Siria y señaló que mientras se mantenga este respaldo el régimen de al Assad mantendrá el uso de armamento químico contra su población.
“¿Cuántos niños tienen que morir antes de que a Rusia le importe?”, preguntó Haley durante su intervención. Asimismo la representantes estadunidense sugirió que dada la inacción del Consejo de Seguridad, Estados Unidos consideraría tomar “nuestras propias acciones”.
De acuerdo con la evidencia disponible, varios organismos civiles han concluido que el ataque conducido la víspera en la provincia de Idlib supuso el uso de armas químicas, en específico de cloro y probablemente gas sarín.
El ataque causó la muerte de 70 personas, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otros grupos civiles en Siria colocan la cifra en cerca de un centenar, incluido varios menores de edad.
En su intervención, el representante alterno de Rusia ante la ONU, Vladimir Safronkov, concordó en llamar a una investigación, aunque al mismo tiempo descalificó anteriores esfuerzos en este sentido encabezados por la ONU.
Safronkov sugirió al respecto que las fuerzas rebeldes y los grupos terroristas fabricaban evidencia de ataques conducidos en Siria a fin de culpar al Gobierno.
Asimismo el diplomático ruso señaló a naciones occidentales de presionar a los investigadores para que presentaran conclusiones favorables a sus puntos de vista.
