«Las calorías dentro de las bebidas azucaradas gaseosas y no gaseosas se llaman ‘calorías vacías’, porque simplemente ayudan a sentir energía momentáneamente, pero carecen de elementos vitales como minerales o proteínas, y cada 240 mililitros contienen siete cucharaditas de azúcar», destacó.
El sobrepeso y la obesidad no son las únicas consecuencias que puede tener el consumo bebidas de este tipo, ya que también se incrementa en seis por ciento el riesgo de infarto y 26 por ciento de diabetes.
Pardo Pacheco recordó que 70 por ciento de la población adulta padece sobrepeso u obesidad, por lo que todos debemos de tomar conciencia de ello y cuidar nuestra salud.
La nutrióloga recomendó a las personas beber un mínimo de seis vasos de agua natural y se mantengan hidratadas a lo largo del día, ya que no sólo tiene un impacto positivo en nuestra salud, sino que nos mantiene activos y facilita un mejor rendimiento en el trabajo o en la escuela.