Bogotá, 10 Abr (Notimex).- El ataque de Estados Unidos a una base militar en Siria la semana pasada, “traerá más incertidumbre que certezas”, aseguró hoy en un editorial el diario colombiano El Tiempo.
“La irrupción de Estados Unidos en esta guerra trae más incertidumbres que certezas. Comenzando por el rumbo que tomará la relación entre Washington y Moscú”, señaló el rotativo más influyente de Colombia.
La relación de Estados Unidos y Rusia ya estaba “maltrecha luego de que el FBI asegurara estar investigando la intromisión del Kremlin en las recientes elecciones del país del norte”.
“Quedan muchos interrogantes: ¿vendrán más ataques de los norteamericanos? De ser este el único, ¿a la larga beneficiará a (Bashar) Al Asad y las consecuencias las pagará su gente con reforzado rigor? “, fueron las preguntas de El Tiempo.
El escenario ideal “es que el tirano sirio sienta pasos de animal grande que lo lleven a una mesa de negociación con una actitud distinta a la mostrada hasta ahora. El mundo entero, que hoy contiene la respiración, hace votos por que así sea”.
Es tan compleja la situación en Siria, que “ha alcanzado tal degradación el conflicto que las fórmulas que en escenarios ‘normales’ deberían ser bien recibidas, aquí solo generan mayor incertidumbre”.
Calificó como “acto de salvajismo” el ataque químico de Bashar al Asad “contra su propio pueblo la semana pasada, en un hecho infame que dejó 83 muertos –entre ellos, 20 niños– y más de 500 heridos en la ciudad de Jan Seijun, ubicada en la provincia de Idlib, noroccidente del país”.
Ante tal ignominia, la pregunta obligada apuntaba “a la comunidad internacional y a su pasividad frente a la brutalidad de Al Asad. Mientras Rusia –su incondicional aliado– lo defendió apelando a la cínica tesis de que las armas eran en realidad propiedad de los rebeldes, Estados Unidos condenó enérgicamente el hecho”.
“Para sorpresa del planeta entero -anoto- el polémico Donald Trump dio la orden de lanzar 59 misiles Tomahawk contra la base aérea desde donde se cree que despegaron los aviones que bombardearon aquella provincia”.
La decisión de Trump fue, “en general, bien recibida tanto a nivel interno como externo. La perspectiva de que al Asad siga derrochando barbarie sin nadie que lo detenga logró un consenso sobre la necesidad de ponerle un tatequieto, y Washington levantó la mano, recordando que todavía puede desempeñar el rol de ‘policía del mundo’».
