Generalmente cuando se piensa en la expresión «movimiento sísmico», las imágenes que vienen a la cabeza son las de aquellos temblores que dañan ciudades, sacuden la tierra, y producen grietas, a veces con terribles consecuencias.
Los sismos suceden en muchas partes del planeta, y no se limitan a la tierra firme. La superficie del planeta está principalmente cubierta de agua, y las placas tectónicas y fallas sísmicas responsables de los temblores no discriminan entre los océanos y los continentes. Cuando ocurren cierto tipo de sismos de gran magnitud con epicentro en la corteza oceánica, es decir, en el mar o un lago, puede crearse un maremoto.
«Los maremotos, o tsunamis, son enormes olas de agua que, debido a algún poderoso evento, obtienen una energía y altura superior a la normal. Grandes masas de agua empiezan a moverse y pueden ocasionar daños cuando tocan tierra», comenta Alejandro Cantú, emprendedor y fundador de SkyAlert. «Algunos tsunamis son causados por sismos. Sin embargo, existen diversas causas que podrían generar este tipo de desastre natural».
Generalmente los grandes sismos que ocurren en los límites en donde las placas tectónicas convergen, pueden llegar a generar un maremoto, este es el caso por ejemplo del sismo de Chile en 1960 con magnitud 9.5; el de Indonesia en 2004 con magnitud 9.1; y el de Tohoku, Japón en 2011 con magnitud 9; todo esos sismos generaron tsunamis, creando una gran devastación cerca de sus epicentros hasta miles de kilómetros.
Sin embargo, algunos sismos no requieren ser tan potentes para producir olas de tamaño considerable cerca del epicentro. Factores como la cercanía a la costa, el tipo de falla entre las placas tectónicas y el relieve marino en donde ocurren también determinan la ocurrencia de tsunamis.
México, localizada en una zona de alto riesgo sísmico, es propensa a los maremotos, tsunamis, sismos o temblores
México es un país que se localiza en una zona de gran actividad sísmica, denominada el Círculo de Fuego del Pacífico, en donde ocurren los sismos de mayor magnitud en el mundo. De acuerdo a la información disponible en el Sistema Nacional Sismológico, aunque el país no ha experimentado en los últimos 250 años tsunamis como los que han ocurrido en Chile, Japón, Sumatra o Alaska; sí ha sido golpeado por más de 60 tsunamis, con olas desde 2.5 y hasta 10 metros de altura.
«México tiene un trágico récord de sismos y temblores: los que sacudieron la Ciudad de México en 1957 y 1985, el de Xalapa de 1920, los de Oaxaca y Puebla en 1999», apunta el fundador de SkyAlert. «En cuanto a tsunamis ocurridos en territorio nacional de los que se tenga registro, está el maremoto de 1787. Este desastre, registrado por historiadores de la época, barrió con las costas de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, afectó Puerto Ángel y Acapulco, e inundó zonas hasta 6 kilómetros tierra adentro. El historial reciente de México en maremotos sísmicos es humilde, pero existe el riesgo de un desastre de grandes proporciones».
Los maremotos, al igual que los sismos, representan una amenaza para México; ambos tipos de fenómenos deben ser monitoreados con múltiples sistemas y técnicas de monitoreo y prevención. SkyAlert es una aplicación para dispositivos móviles que emite alertas dinámicas que informan a la población sobre la ocurrencia de sismos, actividad volcánica y eventos meteorológicos de alto riesgo desde cualquier parte de México. Actualmente es la app más descargada de su categoría en el país.
