Aunque el vocero intentó aclarar su dicho tras una ola de críticas, algunas agrupaciones civiles judías solicitaron la renuncia del portavoz, por considerar que sus palabras equivalen a negar el holocausto.
Spicer volvió a cuestionar el respaldo de Rusia al gobierno de Assad, al preguntar si Moscú podrá mantenerlo tras el presunto ataque con armas químicas de la semana pasada, que dejó más de 50 muertos en la localidad de Idlib, entre ellos varios niños, y que la Casa Blanca atribuye al régimen sirio.
Al responder a un periodista en su habitual conferencia de prensa, Spicer aseguró: “si ves, nosotros no utilizamos armas químicas en la Segunda Guerra Mundial. Tenías a alguien tan despreciable como Hitler, que ni siquiera cayó tan bajo en el uso de armas químicas”.
Cuando una reportera le pidió aclarar su comentario, Spicer admitió con nerviosismo visible que Hitler “no estaba utilizando el gas sobre su gente de la misma manera que Assad lo está haciendo”, aunque admitió que los nazis usaron armas químicas.
La oficina del vocero difundió poco después un comunicado, en el que Spicer sostuvo que de ninguna manera buscó atenuar “la horrenda naturaleza del Holocausto”, sino «trazar una distinción entre la táctica de usar aviones para lanzar armas químicas en los centros de población. Cualquier ataque contra personas inocentes es reprochable e inexcusable”.
El Centro Ana Frank de Respeto Mutuo pidió al presidente estadunidense Donald Trump que despida a Spicer, ante lo que consideró una absoluta falta de tacto por parte del vocero presidencial.
“Sean Spicer carece ahora de la integridad para servir como secretario de prensa de la Casa Blanca, y el presidente Trump debe despedirlo de inmediato”, demandó Steven Goldstein, director ejecutivo de la organización, en un comunicado.