Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.-
Lo prolongado de la sequía ha ocasionado la muerte de cabezas de ganado en municipios como Cruillas y Burgos, donde los animales más débiles por la falta de pastizales, como aquellos que habían perdido hasta un 40 por ciento de su peso, enfermaron ante la falta de agua.
Y es que, si bien ya se empezaron a registrar las primeras precipitaciones pluviales, estas no han sido en forma generalizada, es decir, en todo el estado, “aunque representan un suspiro para quienes se dedican a esta actividad”, dijo Abel Enrique Gámez Cantú.
El Subsecretario de Desarrollo Pecuario y Forestal en el Gobierno del Estado expuso que si bien la sequía ha causado algunos estragos en diferentes municipios, hasta ahora no ha habido necesidad de implementar un programa emergente de apoyo a los productores ganaderos.
“En el norte del estado tuvimos algunas pérdidas de ganado, al lado de San Fernando, como en Cruillas y Burgos, es donde se ha sentido más grave la sequía, sobre todo en animales débiles que, al faltarles comida, son los primeros en enfermarse más rápido, se complica y mueren por la falta de agua”, indicó.
En esa zona, reveló que con el paso de los meses la ausencia de importantes precipitaciones pluviales ocasionó que fueran perdiendo hasta un 40 por ciento de su peso, dado que no había la recuperación de pastizales de donde se pudieran alimentar, para hacer frente a la sequía.
Gámez Cantú admitió que en las últimas semanas se han registrado precipitaciones pluviales, consideradas como las más importantes en lo que va de este año, pero prácticamente de manera focalizada en algunas regiones de la entidad.
Convino en que ha llovido más hacia la zona sur de la entidad, donde si bien hay zonas ganaderas como Aldama, González, Soto la Marina y otras, para el norte de Tamaulipas han sido escasas, o bien en ciertos lugares, “no en forma generalizada”.
Recordó que la lluvia siempre ha sido una bendición para la gente del campo, sean productores ganaderos o agrícolas, de tal manera que cuando no tienen las lluvias que esperan, generalmente se traduce en pérdidas, conforme perdure la sequía.
