Mauricio Zapata.-
Cd. Victoria, Tam.- Tamaulipas se convirtió en la tercera entidad del país cuya población menos lee literatura y, por el contrario, la que más compra revistas de ocasión (espectáculos, deportes, comics y hasta pornografía).
Según una medición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a propósito del Día Internacional del Libro que se conmemora este 23 de abril, los tamaulipecos leen en promedio 2.1 libros por año lo que convierte a esta entidad entre las que menos porcentaje de libros lee.
Estos números son similares a la estadística difundida apenas el año pasado por el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), quien en abril de 2016, señaló que en la entidad se leen 2.4 libros por año, que aun con esa cifra, seguiría entre las tres últimas del país.
Y es que detrás de Tamaulipas, según el Inegi se ubica Chiapas con 1.6 libros al año; Oaxaca con 1.9 e Hidalgo con 2.1, con menor índice de lectores de libros.
En contra parte, la Ciudad de México, Estado de México, Guanajuato, Yucatán y Quintana Roo son las que sus residentes más libros leen cada año. En el primero caso 11.9 y de ahí para abajo.
LAS TIENDAS NO MIENTEN
Sin embargo, el Inegi pone a los tamaulipecos como líderes en lectura de revistas como espectáculos, deportes, comics, moda, tecnología, tips para manualidades y hasta pornografía.
Y esto se confirma según encargados de puestos de revistas, quienes comentan que ese tipo de revistas son las que más se venden en la entidad, al menos en la Capital del Estado, en donde cada 15 días la gente gasta en promedio entre 70 y hasta cien pesos en la adquisición de estos productos.
Es tal el éxito de la cultura de lectura de revistas que algunas amas de casas las compran para estar al día en las manualidades, al mismo tiempo que compran por encargo de tareas escolares, o bien para estar al tanto de los chismes de la farándula, a pesar de que también tienen acceso a esa información a través de las redes sociales y otras páginas en Internet.
Según el Inegi, en Tamaulipas un ama de casa invierte por lo menos 80 pesos a la semana entre revistas de tejidos, modas y asesoría escolar. Una maestra de preescolar o primaria invierte cien pesos semanales en revistas especializadas en puericultura. En tanto que los jóvenes y niños de entre 12 y hasta 22 años en revistas de comics, tecnología, música y pornografía.
Niños, amas de casas, jóvenes, señores ancianos, músicos, escritores preguntan por el último número. Muchas, son las personas que, sin importar la condición social, pasan y se llevan un impreso semanal, quincenal o mensual.
Lo mismo hacen en los grandes almacenes, mientras esperan el turno para pagar su mercancía toman la revista con el artista de moda y la leen. Si se quedan “picados” la compran, como es el caso de la mayoría.
En el puesto, instalado a media cuadra del Centro Cultural, conviven los grandes clásicos de la literatura con las colecciones de bichos, piedras, esoterismo, revistas de corte religioso, las modas y frivolidad con las revistas de información especializada en sexo, erotismo, literatura, economía, perros, música, cine y caricaturas.
Como diría un especialista en lectura, “quizá, en vez de preguntarnos por qué no leemos, hay que indagar sobre lo que preferimos leer y por qué. La calidad o el elitismo de eso que llamamos lectura culta”.
MUJERES LAS QUE MÁS LEEN REVISTAS; HOMBRES LEEN EL PERIÓDICO
Karla, dependiente de un puesto de libros y revistas en una de las plazas comerciales de la ciudad, dice que las mujeres son más minuciosas y curiosas que los hombres para comprar revistas. Dice que las profesoras son las que más leen revistas especializadas y “los chavos” las colecciones y comics.
Dice saber sobre los hábitos de lectura de la gente porque tiene poco más de diez años vendiendo revistas y libros y señala que por cada diez revistas se venden dos libros de literatura.
“De esto vivo y de este vive mi familia. De hecho, aquí me ayudan mis hijos y aquí comemos todos los días”, dice la señora que platica acerca de sus compradores habituales de revistas, y algunas otras vicisitudes.
Entre los temas que más se venden figuran aquellas que están relacionadas con las telenovelas y los chismes de artistas, la de computación y temas interesantes, y las colecciones de libros.
“Si vendo diez revistas, solamente vendo dos libros, así más o menos está la cosa”, añade.
Sobre esta categoría se encuentran las revistas relacionadas con los temas escolares y las de manualidades, y por último, pero las más vendidas, son las colecciones de temas novedosos como las relacionadas con el cuerpo humano y los dinosaurios.
“Las mujeres son las que más compran revistas y dentro de este grupo las maestras de preescolar. Los hombres se inclinan más por los periódicos o las revistas de política, de deportes o las que combinan los temas de erotismo”.
-¿Y los jóvenes qué buscan?-
“Ellos me piden generalmente revistas de rock, y las relacionadas con temas como el cine, la moda, o los de tecnología y computación, pero son muy especiales y definidos en sus gustos.
HACE FALTA MÁS PROMOCIÓN A LA LECTURA
Para sociólogos este fenómeno se relaciona con la publicidad en los medios electrónicos.
Luis Sosa, catedrático a la UAT en esa materia, subraya que esta situación sin duda la ha inculcado los programas de la farándula, que “desgraciadamente” la idiosincrasia del mexicano está en el escándalo y el color.
“Lo vemos siempre, observa a mucha gente cuando lee el periódico y lo primero que sacan es la sección policíaca, después espectáculos, deportes y al último la información general. Esto es cosa de cultura, nada más.
¿Hace falta promoción a la literatura?
– No, yo creo que las instancias correspondientes hacen su labor, hacen sus jornadas. Fomento a la lectura no, lo que hace falta es otra cultura y eso se inculca desde que nacemos, sí nuestros padres no nos lo inculcan, difícilmente tendremos aficiones como la lectura”, señala.
PERO SÍ HAN AUMENTADO LOS LECTORES
En la librería ubicada en el Centro Cultural Tamaulipas los dependientes señalan que sí han aumentado las ventas de libros en los últimos años.
“Antes vendíamos entre cinco y ocho libros diariamente, la mayoría era gente de entre 40 y 50 años de edad. Ahora vendemos casi el doble de libros y lo mejor del caso es que cada vez hay más jóvenes interesados en la lectura de libros, de literatura”, comentan.
“A veces vienen señores a comprar libros de literatura infantil para sus hijos y eso es bueno, porque desde pequeños les fomentan este hermoso hábito de la lectura”.
Pero los mismos dependientes de la librería indicaron que este incremento en lectores puede ser también una moda pasajera que se ha inculcado a través de las redes sociales.
“De pronto se quieren ver intelectuales y por eso vienen a comprar libros, para decir que lo leyeron o sacar la foto y subirla a las redes sociales para decir que leen y sentirse lectores”, añade.
Lo cierto es que Tamaulipas sigue siendo de las entidades con menor número de lectores y con menor porcentaje de libros que leen los que sí son lectores.