diciembre 14, 2024
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abril 25, 2017 | 125 vistas

PARÍS, Francia, abril 24 (AP)

Los partidos políticos tradicionales, perdedores en la primera vuelta de las elecciones francesas, cerraron filas este lunes y exhortaron a los votantes a apoyar al centrista Emmanuel Macron y rechazar a la ultraderechista Marine Le Pen en el segundo balotaje.

Por primera vez en la historia moderna de Francia, los votantes dejaron fuera de la lucha por la presidencia a los partidos tradicionales, que el domingo no obtuvieron los votos suficientes para pasar de la primera vuelta. Este lunes, los electores empezaban a recibir llamados desde el extremo del espectro político para el balotaje del próximo siete de mayo.

El lunes, Le Pen anunció que temporalmente se apartará de su cargo de presidenta del partido Frente Nacional, en un esfuerzo por atraer a más votantes  en su duelo con Macron.

“Esta noche ya no seré presidenta del Frente Nacional, soy la candidata presidencial”, dijo la política derechista ante cámaras de televisión.

La segunda ronda de los comicios enfrentará a Le Pen con Macron. Nada más conocerse los resultados de la primera votación, los políticos de la izquierda y la derecha moderada pidieron a sus votantes que impidan la llegada de Le Pen al Palacio del Elíseo.

El presidente François Hollande exhortó este lunes a los franceses a votar por Macron, afirmando que una victoria de Le Pen sería devastadora para la economía y socavaría las libertades democráticas.

La ultraderecha “dividiría a Francia gravemente” en momentos en que la amenaza terrorista requiere “solidaridad” y “cohesión”.

El derrotado candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Melenchon, se negó rotundamente a pedir el voto para Macron y el Frente Nacional de Le Pen espera hacer lo impensable y atraer a unos votantes que históricamente se opusieron a una formación con tintes racistas y antisemitas.

“Los votantes que votaron por el Sr. Melenchon son votantes enojados. Pueden estar de acuerdo con nosotros”, dijo Steeve Brios, vicepresidente del partido de ultraderecha, agregando que optaron por una opción “fuera del sistema”.

Elegir a un candidato de la clase política tradicional ya no es una opción para los electores franceses, que rechazaron a las dos principales formaciones que se han estado alternando en el poder durante décadas en favor de Le Pen y el novato Macron, que nunca ha ocupado un cargo electo y que formó su propio movimiento político el año pasado. La participación fue del 78 por ciento.

Benoit Hamon, el candidato del Partido Socialista — que tiene mayoría parlamentaria y ocupa la presidencia con François Hollande, el dirigente más impopular de la historia reciente del país — obtuvo solo el seis por ciento de los votos. El aspirante conservador, François Fillon, salió mejor parado y terminó tercero con algo menos del 20 por ciento de los votos.

 

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