En un comunicado, el instituto indicó que ese mal se puede prevenir; sin embargo, no existe una cultura de sensibilización de esta patología ya que es un padecimiento raro.
Pues a pesar de su apariencia sólida, el hueso es un tejido muy activo que está de manera constante en proceso de renovación.
El hueso está compuesto de tres tipos principales de células que controlan este proceso: osteoblastos (que forman hueso nuevo), osteocitos (que ayudan a mantener el hueso) y osteoclastos (que descomponen el hueso).
Por lo que el osteosarcoma puede presentarse en cualquiera de los huesos del cuerpo, pero suele manifestarse con mayor frecuencia en los huesos largos (brazos y piernas).
Al igual que en la mayoría de los tipos de cánceres, la causa de ese padecimiento se desconoce, pero estudios recientes han demostrado que puede ser multifactorial y la genética tiene un papel importante.
Ante esta situación, el INCan afirmó que la mejor estrategia para un diagnóstico temprano de cáncer de hueso es la atención inmediata ante síntomas como: dolor agudo de huesos, bulto o hinchazón que aumenta de tamaño de manera progresiva, no necesariamente doloroso.
Hinchazón y sensibilidad en las articulaciones (sólo en caso de que el cáncer se encuentre próximo a una articulación), fractura de hueso como respuesta a una lesión menor, fatiga, pérdida de peso inexplicable o fiebre o sudor nocturno.