diciembre 14, 2024
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abril 27, 2017 | 148 vistas

AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — La Cámara de Representantes de Texas aprobó el jueves una estricta prohibición de las «ciudades santuario», dándole mayor poder a la policía para aplicar las leyes federales de inmigración a cualquier detenido, al tiempo que amenaza con enviar a la cárcel a los jefes policiales que se nieguen a hacerlo.

Una enmienda de último momento respaldada por algunas de las voces más conservadoras de la cámara baja podría asegurar que la policía del segundo estado más grande del país pueda preguntarle a la gente si está ilegalmente en Estados Unidos a la hora de detenerla por infracciones al reglamento de tránsito y otras interacciones comunes, algo que sus opositores denuncian desatará el tipo de represión contra los inmigrantes que hasta ahora el gobierno de Donald Trump no ha podido implementar a nivel nacional.

La crucial votación de 95 votos a favor y 54 en contra se efectuó justo antes de las 3 de la madrugada y tras 15 horas de un debate acalorado, impulsado en gran medida por los demócratas, que no tenían los votos necesarios para frenar la norma. La aprobación final permitió que la cámara baja autorizara la propuesta en la tarde.

El proyecto le permitiría al estado retener los fondos a los gobiernos locales que actúen como ciudades santuario. Otros estados controlados por los republicanos plantearon políticas similares en los últimos años, pero Texas sería el primero donde los jefes policiales y otros funcionarios podrían enfrentar cargos menores de falta al deber y ser despedidos por no ayudar a aplicar la ley migratoria.

Una entidad que incumpla la ley podría estar sujeta a una penalidad civil de 1.500 dólares por una primera infracción y de 25.500 por cualquier reincidencia.

El término «ciudades santuario» no tiene una definición legal, pero el proyecto de ley es necesario «para mantener seguro al público y retirar a la gente mala de las calles», dijo su patrocinador en la cámara baja, el representante republicano Charlie Geren.

“Si no haces algo para ser arrestado, ni andas con alguien que lo hace, este proyecto de ley no te afectará”, afirmó Geren.

El proyecto original de la cámara baja de Texas permitía a los agentes averiguar sobre el estatus migratorio de una persona solamente si era arrestada. Una versión aprobada por el Senado en marzo iba más allá al autorizar esa averiguación en caso de cualquier detención.

Pero una enmienda respaldada por el movimiento conservador Tea Party _que ampliaba la versión de la cámara baja para que también fuera aplicable a los detenidos_ fue aprobada por una votación de 81-64, lo que la acercó a la versión que el Senado autorizó previamente.

Los demócratas, a los que se sumaron algunos republicanos veteranos, se opusieron infructuosamente al cambio. La Unión Americana por las Libertades Civiles dijo que el proyecto promovería “el encasillamiento racial con base en la apariencia, los antecedentes y el acento al hablar”.

 

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